¡Ya van cinco! (que rima con…)

Con un sol igual de contundente que el frío que hacía se disputó la séptima jornada donde Motor Carrera sigue con paso firme en su camino para lograr esa virginal moza de nombre Victoria Final.

Con puntualidad española, esto es; tarde, comenzó el partido contra un Yo que se que no tenía nada el balón y que veía como Luis y el abajofirmante por las bandas, Toni por el centro y Álvaro arriba les desarmaban; al poco, en una presión conjunta de todo Motor Carrera, fallaron y nos pusimos por delante con un punterazo mío que para sí lo querría el mismísimo Julio Salinas. El dominio siguió siendo nuestro con una defensa de Chechu y Rubén que no pasaban una y un Chocho que estaba enorme en su vuelta. Y así, en una contra en la que Álvaro ganó la espalda a su defensor subíamos el segundo tanto al marcador (cuya ubicación era el bolsillo de la oriunda ‘árbitra’). La primera mitad no tenía más historia y se llegó al descanso con el equipo todavía entero y sin descomponerse a excepción de ciertos jugadores eméticos.

La segunda mitad continuó por la tónica de este equipo cuando gana: empezar a jugar al ¡Patapúm pa’rriba! y a ver si Luisillo caza alguna y deje de cara a alguien, cosa que sucedió en una ocasión en las botas de Víctor, pero no pudo ser. Cuando las fuerzas ya flojeaban y en una buena triangulación culminada por Álvaro llegó el tercero y con el equipo rival volcado y tras un contraataque en el que nos concedieron córner, Xaime remató de cabeza haciendo gala de toda su altura para ganar el salto y cerró el marcador para el glorioso Motor Carrera. En el mismo final de partido un penalti inexistente que transformarían –Chocho estuvo a punto de detenerlo- maquilló el resultado para Yo que se.

Demás aspectos:

• Debut liguero después de su lesión de ligamentos cruzados de Chocho quien tuvo una actuación más que destacada, no se sabe bien si por sus nuevos guantes Casillas o porque en el hospital le pusieron de extra una de reflejos pero le damos la bienvenida oficial desde el blog.
• Luis pidió el cambio transcurridos unos diez minutos de partido. Hasta aquí, todo como siempre: Pero si digo que después de ello marchó a apoyarse en las barras del fondo, oteó el horizonte con el sol y el monte arenoso y comenzó a rabar ya no es como siempre, ¿verdad?. Todo un bohemio este rubio de Santo Domingo que volvió al partido como nuevo. Si diésemos puntos de estilo tendrías un diez como una catedral.
• Otro enfermo, ¿casualidad?, fue su compañero de viaje a la España del Sur; es decir, Marruecos. Con fiebre apareció el Primo Marrón, fumador de menta y traficante de animales aunque, aún así, mojó.
• Público aportado por Luisillo en la tarde de hoy. Juanra y Papi –que hoy no se cambió- fueron los dos supporters de Motor Carrera. Ninguna queja hacia ellos pero lo cierto es que se juega mejor con féminas en las bandas –invitamos a todas las modelos de Victoria’s Secret a que se unan cuando quieran.
• La clasificación goleadora continúa igual, ‘eto é’: el galleguillo primero seguido a un gol del camaleonicida de Álvaro ya que los goles de hoy nos los alternamos a partes iguales aunque, con mi 1’70, destacar –como ya hizo Rubén- que sumo otro gol de cabeza a la salida de un córner…un killer del salto y remate.
• Regreso estelar del árbitro o árbitra (la Ministra Aído sigue sin contestarme a mis dudas) que, como acostumbra, no señalaba las fueras, hacía sonar su silbato tontamente como si acabase de descubrir su mecanismo, cuando eran uno más no paró el juego limitándose a decir “pues que se salga uno” –creo que les llaman jueces por juzgar…si quiere se lo miro; y les regaló un penalti –Dios sabrá porqué- al más puro estilo Iturralde. Una deshonra para el colectivo arbitral, para los ultramarinos y para cualquier sitio al que pertenezca.
• Respecto al rival, Yo que se, en el OnexOne de principio de temporada ya se mencionó que ni idea y, después del partido, sigo con una idea fría de ellos. Se quejaban en exceso; nos tocó otro equipo que se cree las pamplinas del fútbol moderno de que los jugadores levitan y no se les puede ni rozar y así nos va. Lo políticamente correcto llega hasta a los barrios rediós. Por listos les expulsaron a uno, además se fue a enfrentar al más pequeño de todos nosotros, Búfalo. Avispado el chico.
• Tercer tiempo en el chiringo de Sporting de Hortaleza. Un sitio como los que ya no quedan con sus bocadillos, sus sillas de plástico y sus tubos de cerveza. Si hubiese más bares como estos el fútbol sería de onvres de verdad. En ese bar de bien decidimos que la hora de la cena del viernes será “a partir de las 21.00”: a buen entendedor…

Cierro esta crónica de la quinta victoria e invito, para no perder la costumbre, a que cada cual añada lo que considere oportuno.

 

Tras el dominio de hoy tocarán más batallas (épica la próxima semana) para la Gloriosa Victoria Final.