Triste despedida

Como no podía ser de otra forma en el peor fin de semana futbolístico que recuerdo, Motor Carrera se dejó llevar por el karma negativo y sucumbió de manera estrepitosa contra Con un par. Siento que esta crónica no vaya a ser todo lo profusa que querrían pero la verdad que sólo me sale hacer un alegato gallego, y como no me pagan para eso pues toca centrarse en el partido de las hordas rojas.

Con un siete inicial bastante inusual -rima y todo- se plantó Motor Carrera a las 3 de la tarde sobre el césped de los Aragonés y desde el principio se vio que el ensamblaje de las piezas no era todo lo correcto que debía ser. Con un par tiraba bastante (si bien es cierto que sin entrar con peligro al área) y nosotros no conseguíamos probar a su portero. Las pocas aproximaciones con peligro que desarrollaron los campeones de Liga acabaron con el balón paseándose cerca de la portería pero sin encontrarla, y las sensaciones eran de un cansancio existencial que hacían muy cuesta arriba el partido. Sin embargo, el marcador no se movería en la primera parte ya que, al menos, no nos pusimos el disfraz de Papa Noel (mento al gordo este porque va de rojo, no porque lo prefiera a los Reyes Magos, tan monárquico yo siempre).

Las camisetas rojas de Motor Carrera sí se convirtieron en disfraz de regaladores profesionales en la segunda mitad. Aunque el partido era soporífero, acorde a la hora a la que se disputaba, y que si hubiésemos jugado tres horas seguidas (Mourinho dixit) habríamos empatado a cero dio todo un giro al empezar a dejarnos llevar con tanta desidia que los regalos comenzaron a aflorar y, con ellos, los goles rivales. Primero un auto-gol del que escribe al intentar, no sé para qué ni cómo, sacar un disparo de falta que iba fácil a Chocho. No nos apetecía o no sabíamos si nos apetecía, atacar a tropel por lo que seguimos con el tran-tran cansino que nos ha caracterizado en el Trofeo Marca y con más fallos de los habituales. Así, en un saque de banda sin peligro, llegó el segundo gol de Con un par. Fallo de marca del número 5 que sigue a su par pero que le deja suelta cuando amaga con irse hacia el punto de penalti, recibe sólo y…gol. Cierto es que le pega de lujo, volea al palo contrario ante lo que Chocho sólo pudo hacer una estatua tan bonita como poco efectiva. Y ya, con las prisas propias de un equipo de barrio (lo que somos), no sabíamos ni a quién pasábamos; y no es una forma de hablar porque Chocho interpretó mi dedo índice movido de izquierda a derecha (que en el lenguaje no verbal quiere decir “no” aquí, en Roma y en Estocolmo) como una petición de pase; al lanzarme el balón -que se quedó corto- se anticipó el rival por el cual no creía buena idea darme el balón en ese momento y emprende carrera hacia al área donde esperaba otro jugador amarillo que sin oposición alguna (algo así como el PP en las elecciones de ayer) sólo tuvo que empujar el balón. 0-3 a cinco minutos del final que transcurrieron entre situaciones la mar de sórdidas que nos darían la victoria de vicisitud y sordidez en la liga fantástica de Hortaleza pero que no nos permitieron marcar ningún gol. Y así acabó el partido y la participación de Motor Carrera en este ejercicio que, se puede decir, el mejor de la historia del equipo con diferencia habiendo ganado la Liga. El punto positivo de no haber pasado a la siguiente ronda del Trofeo Marca (por nuestra propia desidia, también lo recalco) es que así tenemos objetivo para el año que viene, porque si hubiésemos ganado todo este año…¿a qué nos dedicábamos el que viene?

Últimos apuntes del año de un servidor/capitán/cronista/parado:

• Para el último partido del año de Motor Carrera aparecimos todos los componentes. Y vamos y perdemos. Voy a empezar a pensar que es mejor aparecer en cuadro a los partidos, al menos los ganamos y no se ven sietes extraños en el campo.
• La grada de Motor Carrera, sin embargo, no contó con el apoyo incondicional de sus fieles que no asistieron a las gradas. Peor para ellos porque el solazo que hacía a las 15.00 horas en Madrid les habría proporcionado un moreno que sería la envidia de todos hoy lunes.
• Los goleadores se quedan como están al no haber logrado marcar ni un mísero gol. Al finalizar la temporada el podio es para Álvaro (Pichichi y Bota de Oro Marca), Víctor que ha tenido un final de temporada impecable y Luis, que si bien no ha aportado anotación en el Trofeo Marca supera su registro del año pasado.
• Chocho termina el Trofeo Marca con 9 goles encajados en 3 partidos. Algo impensable para el Zamora de la Liga que recibió 21 tantos en 18 partidos. Sin embargo, tuvo buenas actuaciones ayer y estuvo seguro en los disparos desde fuera del área.
• Volvió a arbitrarnos el corresponsal de la delegación rumana de arbitraje. Se mostró igual de impasible que siempre, con su cara de llevar un AK-47 en la espalda y sin moverse demasiado del centro del campo por lo que su arbitraje era más de intuición que verídico. Ni de lejos llega a ser como la tipa ya famosa, pero lo cierto es que su nivel de arbitraje es bastante lamentable.
• Respecto al rival poco que destacar. Eran voluntariosos y eso les llevó a la victoria ya que nosotros fuimos más mansos que una corrida de Garcigrande. Pedir que se recupere pronto el jugador amarillo que recibió un pelotazo de mi mismo, esperemos que no haya perdido neuronas porque el disparo fue directo a la sien y eso…duele. Aunque he de decir que salvó un gol ya que el disparo llevaba las intenciones del Turco y para mi, por cómo salió, que sí iba a portería (o le habría pasado cerca). No eran protestones ni guarros más allá de lo típico en el fútbol, les deseamos suerte -la van a necesitar- para la siguiente fase del Trofeo Marca.
• El tercer tiempo fue el más largo del año, dos horazas en la terraza de la Cervecería Burgos visto que ya no vamos a volver allí. No sé si algunos siguió de fiesta por la calle Génova o algo ya que perdí la pista de todos tras nuestras cervezas.
• Lo último que quiero decir es que este fin de semana, en el que hemos terminado de jugar, ha descendido el Deportivo, mi Depor. Como dice Luis es algo positivo para el Real Madrid que siempre se dejaba puntos en Riazor y así fijo que ganan la Liga el año que viene. Sin embargo os digo que o la ganáis el año que viene o nada porque estaremos de vuelta para el siguiente. ¡Forza Depor!

Y así se cierra la última crónica del 2010/2011, el año en que Motor Carrera se proclamó campeón de Liga, pasó a la fase de distrito sin pena ni gloria (más pena que gloria la verdad) y disputó un Trofeo Marca en cuadro que casi pasamos. El balance es muy positivo, y si Iñaki Sáez le dio a la Selección un notable alto cuando nos eliminaron de la Eurocopa de Portugal en la fase de grupos, esto es una Matrícula de Honor como la copa de un pino. Añadan lo que quieran, pero no hagan muchos análisis profundos porque no me apetece contestaros.

 

Volveremos como en el 91, volveremos a ser “SúperDepor”. Y Motor Carrera volverá el año que viene para seguir derribando barreras

3ª Jornada Trofeo Marca

En esta semana donde parece que el Siglo de las Luces se hace un hueco por Madrid y el mismo día que se convoca a las urnas a los madrileños Motor Carrera disputa su último partido de la primera ronda del Trofeo Marca. Digo y espero que no será el último del año ya que lo tenemos de cara para avanzar y cumplir, en el año de la Liga, un nuevo objetivo.

Por ello y para seguir logrando hitos como equipo, pido (y casi exijo) una presencia multitudinaria el domingo a la hora de comer, 15.00, en los campos de fúrgol Luis Aragonés, situación que no voy a remarcar hoy porque debemos saber de sobra dónde están. Disputamos el encuentro contra Con un par, que si bien aparecen con tres puntos en la clasificación no hay que olvidar que son “de despacho” y no ganado con el sudor de su frente. En los dos encuentros, en el campo, salieron derrotados recibiendo, en total, 13 goles en contra. Por ello, y visto que nos jugamos pasar a la siguiente fase, espero que el ardor guerrero no decaiga y que los pollos fritos (por el color de sus camisetas) caigan en nuestras redes y pasemos felices y contentos. Sin más, y recordándoles que el Vloj está para algo, dejen constancia en esta entrada de una hipotética ausencia en los campos.

¡Fuera y honor a Motor Carrera!

Candice Swanepoel nos muestra la mirada del tigre…penetrante. Pasemos a la siguiente fase por ver más fotos como ésta

Victoria en cuadro II parte

Y ya sabemos todos que segundas partes nunca fueron buenas -a excepción sabida del El Padrino II-. El domingo de San Isidro, cumpleaños de nuestro Pichichi, acudimos, por segundo domingo consecutivo, tan desaliñados, desordenados y sin hechuras de equipo (ninguna). Ocho jugadores one more time en los campos del borracho de Hortaleza y, repitiéndome, segundas partes suelen ser peores que las primeras así que esta vez las cosas estuvieron más difíciles y casi nos cuesta un susto importante. Lo que a continuación se relata son los hechos acaecidos que podrían considerarse secuela del partido Motor Carrera – Canipléjicos:

Una vez situados en lo escaso del factor humano con el que Motor Carrera disputaba el que, de antemano, se presumía como el partido más complicado; toca situar al lector/jugador/rival/despistadoquesequedaaleervistolacalidaddelescrito en el puro desarrollo bélico: contrario a la razón, Motor Carrera dominaba el encuentro durante los primeros veinticinco minutos con varias ocasiones que nos podían haber puesto por delante, destacando una doble ocasión que nació de un córner lanzado por el capitán del equipo y que Chechu remató a media altura desde el punto de penalti, su portero -en una buena estirada- desvió el balón que cayó en los pies de Álvaro que empotró obcecado con el gol pero que terminó en la muralla humana que formaban en los córners. Aprovechando su inferioridad aérea, manda cojones que esto lo diga yo, los saques de banda, portería y falta se colgaban al área dado el peligro que ocasionaba y las dificultades para defenderlos de Racerdos que, con suerte, no vieron encajar ningún gol hasta ya avanzada esta primera mitad, cuando otro córner lanzado por el capitán y número 10 llegó a Víctor que con su pierna derecha y anticipándose al defensa cruzó el balón al segundo palo sin que nada pudiera hacer su cancerbero ni los defensores. Motor Carrera se adelantaba en el marcador, algo justo visto lo que ocurría en el campo, pero como sabemos que el fútbol y la justicia se llevan tan mal como los políticos con el sentido común Racerdos dio la vuelta al marcador aprovechando, entre otras cosas, el bajón físico lógico que Motor Carrera pegó a falta de diez minutos para el descanso. El empate de Racerdos llegó tras una jugada que demostró una falta de intensidad por parte de Motor Carrera preocupante en algunos casos donde los pases no llegan a su destino sin saber muy bien por qué más allá del exceso de confianza o la desidia; así Charlie, que tenía pase fácil a Chechu que estaba en defensa, hizo algo, algunos lo llamarán pase, que no consiguió que el balón avanzase más de dos palmos, robo del rival y dos contra uno que culminaron bien sin que Chocho pudiese hacer nada por evitarlo pero que consiguió que el portero intifado pegase unos gritos a su banda izquierda que no se recuerdan en el campo. El empate, unido a nuestro ya deteriorado estado físico debido a que movían el balón algo mejor que Canipléjicos y nos exigían más físicamente, nos hundió en la miseria e hicieron que ni siquiera los balones por alto al área, que tantas ocasiones nos dieron, fuesen un recurso válido para meter miedo. En un buen ataque de Racerdos llegó su segundo gol, que suponía darle la vuelta al marcador ante los campeones de Liga (casi) menos goleados de Hortaleza, algo de lo que deberían estar orgullosos.

Tras el descanso la decisión estaba clara, visto que no éramos gente y que no había otras opciones al juego que se realizaba, la solución era la intensidad defensiva con alguna que otra falta lejos de nuestra portería para no permitir superioridades numéricas. Y el plan salía bien, con la lengua fuera, los pulmones a la altura de la campanilla y el hígado notándose en nuestro costado como si de un quiste se tratase aguantamos las acometidas del rival que, con su número 10 a la cabeza, vio fácil el partido y se dedicó a unas excesivas florituras que, por fin, tuvieron precio: la derrota. Abro un pequeño paréntesis para pedir, desde este Jran Vloj, la muerte al fútbol moderno. Siguiendo con los acontecimientos de la tarde de ayer en la pradera de Hortaleza ya no queda más que hablar de la remontada, épica por lo trabajada, de Motor Carrera. El empate llegó aprovechando lo que ya explotamos en la primera mitad, su debilidad aérea y su incapacidad para defender esos balones. Un balón elevado metido por Chocho hacia mi persona (ya os vale jugar con el enano del equipo por alto) fue a ser recibido por un servidor de ustedes y de Dios, pero el defensa decidió subirse a caballito de mí. Quedé en una posición más dada a recoger jabones del suelo en las duchas de las cárceles que de jugar al fútbol: manos en cruz, torso doblado en ángulo recto con la cadera; y a la espalda, lo peor: un maromo con sus manos en mi espalda y pegado a mí. Ante esta situación homogayerfutbolística más propia de Piqué e Ibrahimovic el árbitro del encuentro no tuvo más remedio que señalar penalti a nuestro favor. Mi mismidad lo lanzó a la izquierda del portero, que se lanzó a la derecha y, pum, empate de Motor Carrera que, sinceramente, ya veía como buen resultado ese empate tras mirarnos las caras y verlas tan desencajadas. Por primera vez en lo que va de liga los errores no eran motivo de gritos ya que nos veíamos unos a otros tan cansados que no podíamos mas que pensar que era fruto de no tener las piernas como se suelen tener con tres o cuatro cambios esperando en el banco. Aún así tuvimos ocasiones de marcar el tercero, destacar un gran pase raso en profundidad de Fernandito entre la defensa rival que el abajofirmante buscó al hueco y cuyo disparo se fue fuera por poco y, sobre todo, por tirar con la derecha tal cual le llegaba. Pero ayer los dioses de la guerra se aliaron con nosotros, a lo mejor dado que al Barça le va bien tirándose al suelo, el Dios del Fútbol Base decidió que piscinazos rivales y quejas en este nivel te lleva a la derrota. La confianza de Racerdos no decayó, que seguía intentando jugar al toque volviendo a su defensa una y otra vez; pero que sólo llegaba a las proximidades de nuestra área con, que ironía, pelotazos arriba. En ese intento de tiki-taka que intentaron los jugadores celestes Álvaro robó un balón, se la otorgó a Víctor que entraba arrasando desde el centro. El primo marrón se abrió a una banda, llevándose a un defensa, yo mismo me abrí a la otra arrastrando a otro rival y ya, Vïctor uno contra uno se lo llevó puesto al rival y encaró al portero. Pero el gol no iba a entrar tan fácil y su primer disparo fue repelido por el portero, con la buena suerte para nosotros de que el balón le volvió a quedar en los pies a Víctor que ya sólo tuvo que empujar al fondo de la red el tercer gol de Motor Carrera. Júbilo en las hordas rojas que desde que dimos la vuelta al marcador hasta el final del encuentro no tuvo más remedio que repetir esa intensidad defensiva que se nos presupone a los más varoniles y que dio, como resultado, que Chocho sólo tuviese que intervenir con mérito en una ocasión en una jugada rival por nuestra banda izquierda. Al finalizar el encuentro los grititos o saltos típicos que deberíamos haber dado por dejar casi asegurada la clasificación fueron sustituidos por hombres a tierra para no moverse de allí, parecido a Alves y Busquets pero con otra intención bien distinta.

Apuntes del capitán/redactor/becario:

• De nuevo ausencias cuantiosas en las filas de Motor Carrera, hasta cuatro. Luis con su Graciosa Majestad, Pedro emborrachándose a rebujitos en El Puerto de Santa María, Marco enfermo (el hijo le habrá pegado algo) y Rubén que no recuerdo el motivo de su ausencia. Además, para que se pareciese más al encuentro de la semana pasada, Álvaro llegó sin intención de jugar por un bulto en su tobillo pero que tras infiltrarse (porro mediante) y ver que seríamos siete justos se calzó las botas. Además yo me resentí de mi lesión en mitad del encuentro, algo patente cuando Chocho me fue a lanzar un balón al grito de “Jaime, ¡corre!” y mi respuesta fue, con cara de espanto, “¡Noo!, no puedo correr”. El caso, que esperemos que en el Trofeo Marca aparezcamos, alguna vez, más de ocho; tenemos una bonita oportunidad el próximo domingo, 22-m.
• Sin embargo, el equipo mejoró en lo referente al público. Rocío, la delegada consorte, estuvo presente en los campos (sospechamos más interesada en ponerse morena al sol que en ver nuestro espectáculo). Además se sumaron Puma, nuestro “verdugo” de Hispania y la Puma’s girlfriend. Tres aficionados de Motor Carrera en las gradas, algo digno de ver y que, si se hubiesen juntado unos pocos más, hubiesen sido más miembros en la grada que en el campo.
• Víctor sigue con la idea de convertirse en el Pichichi del equipo a final de temporada ya que sumó un doblete. Dos goles de mérito que permitieron abrir el marcador uno y culminar la remontada el otro. Además yo sigo acercándome a los siete goles de Luis y Toni y acecho el podio de goleadores.
• Chocho recibió dos goles como dos soles. Nada pudo hacer en ninguno, a lo mejor algún milagro pero…no fue el caso. Como ya resalté en la crónica, cuando Racerdos apretaba Chocho resolvió con una bonita estirada -y parando con…¡las manos!- un fuerte disparo cruzado. Fue lo más destacable de su actuación que fue, como suele, sobria.
• Novedades en el men in black. Nos arbitraba por primera vez un hombre que, de lejos parecía brasileiro pero que, al hablar, se descubrió como un compatriota de Adrián el de Green. A no ser que fuese un brasileño con voz del este de Europa…algo que daría todavía más miedo. Desde luego el árbitro, sin ser de la provincia española de ultramar como la mayoría, no mejora el nivel de arbitraje. Se inventa córners, saques de puerta, no veía manos en las espaldas (a excepción del penalti, demasiado evidente para no verlo) y pitó SÓLO doscientas faltas de saque al rival cuando, al menos, hicieron unas quinientas.
• El rival fue el más duro de los de este grupo, destacando por su número 10 que era un “jugón” venido de ultramarque se creía más de lo que es; algo quejica cuando recibía faltas y muy ojiplático y displicente cuando las hacía él (doble rasero político, como siempre). Eran algo quejicosos con las faltas con frases como, “árbitro, ¡es que entran fuerte!” o “a trallón no vale” -ésta es broma, pero es lo que quedaba-. Sin embargo tenían algún concepto futbolístico, cosa que no suele ocurrir, y nos pusieron las cosas difíciles. Además tuvieron a bien no jugar con ocho jugadores en el campo como la semana pasada, algo que se les agradece porque no estábamos nosotros para ponernos a contarle al árbitro nada ya que no nos llegaba oxígeno al cerebro.

• Tercer tiempo en la Cervecería Burgos, otra vez poco poblada (aunque más que la semana pasada). Algunos se decidieron a tomarse una copa nocturna por los 24 años de Álvaro y otros, nos fuimos a casa a descansar de un día duro en cuanto a deporte.

Estos son los hechos acaecidos en la tarde de ayer en los campos Luis Aragonés, ya saben que son libres de comentar lo que deseen como yo, acto seguido, a ciscarme en vuestros muertos por ello (además de tener poder de censura, algo que me encanta).

 

Los ocho de Motor Carrera nos tuvimos que abrir paso ante las dificultades, ¡pero logramos una nueva victoria!

2ª Jornada Trofeo Marca

Tras el exitoso, por el resultado, encuentro del domingo pasado, Motor Carrera tiene otro deber para con su historia esta semana. En esta ocasión el rival es Racerdos, equipo que llega al encuentro con un –3 en la clasificación por su derrota en los despachos antes Con un par; y digo en los despachos porque le endosaron seis golitos al equipo que ahora mismo es segundo en la clasificación.

Si el domingo lográsemos la victoria podría decirse que tendríamos pie y medio en la siguiente ronda del Trofeo Marca, sin que esto haga que Fernandito descorche ya el champagne. Del equipo al que nos enfrentamos sabemos poco, más allá de que quedaron sextos en su Liga y que golearon el domingo pasado. Además juega Manu, rubio al que algunos conoceréis -aunque sea de vista- pues era de la terna de Masca, Jaco y demás y, cosas de la casualidad, curra en Intereconomía por lo que es ex compañero mío. Datos técnicos estos que no deben despistarnos del único objetivo posible: Victoria, ni distraernos de cómo lograrlo: nuestro estilo impertérrito ante dificultades y presuntas cualidades del rival. Para ello emplazo a todos los componentes posibles de Motor Carrera a que este domingo, 15 de mayo, patrón de ¡Madrid!, se presenten en los campos Luis Aragonés, que están aquí -lejos de la Pradera de San Isidro, lo siento-, a las 19.00 para dar otro paso más, éste puede que de gigante, hacia esa ronda desconocida que es la segunda fase del Trofeo ex Eduardo Inda.

Como viene siendo habitual aunque se me ignore, pediría un comentario a esta entrada de las ausencias para facilitar las cosas y no llegar pensando en quién viene y quién no y que Víctor no vuelva a gastarse pasta en el móvil haciendo llamadas internacionales y casi transatlánticas a Portugal. Luis ya sabemos que se va a terminar lo que Felipe II no pudo hacer en la Pérfida Albión y que Pedro se va a emborracharse de rebujitos al Puerto de Santa María, si alguien más se une a este par de desertores -serán juzgados sumarísimamente- que hable ahora o calle para siempre.

¡Fuerza y honor a Motor Carrera!

Sinceramente, pongo a Adriana y se me quitan las ganas de escribir un pie de foto. Hagámoslo por esa boca, esos ojos y ese…¡todo!

Victoria en cuadro

Como los ejjjpañolitos de a pie durante la guerra con los gabachos o como una horda de señoras saliendo a las 22.00 del Corte Inglés el primer día de rebajas; pinta de desaliñados, cuatro gatos mal contados, cojeando algunos, vendadas las heridas, oliendo a alcohol del barato y sin una disciplina clara -ni oscura-. Así aparecimos ocho componentes de Motor Carrera para disputar el primer encuentro del Trofeo Marca y así tuvimos que arreglárnoslas para derrotar a Canipléjicos algo que, si saben leer, ya habrán visto que sucedió.

El partido comenzó con poca intensidad por nuestra parte, y Canipléjicos parecía cómodo en el partido sin demasiadas jugadas hiladas pero con algún acercamiento por banda. Sin comerlo ni beberlo una falta que debería haber sido a nuestro favor se convirtió, sin ley de la ventaja mediante, en falta peligrosa para el rival que, tras una barrera menos efectiva que la que se hizo alrededor del barco de Chanquete (todos sabemos que acabó en el fondo del mar con Bin Laden) se convirtió en el primer gol de partido que, para nuestro pesar, fue en nuestra contra. 0-1 en el luminoso y un panorama nada alentador si se miraba alrededor de nuestro bloque. Pero por suerte el rival en cuestión no parecía demasiado peligroso de medio campo para arriba y algo blando de medio campo para su portero; con este panorama una presión de Rubén que llegó hasta el borde del área rival le permitió encarar sólo al portero y definir como un auténtico ‘killer’. 1-1 y ya pintaba todo más positivo para los intereses de Motor Carrera. Espoleados por el gol subimos la presión y conseguimos, por lo menos, tener el balón un ratito con nosotros. Una buena presión entre Víctor y el que escribe provocó el error del rival y que Víctor, de tiro cruzado, nos adelantase por primera vez en el marcador. El aire a nuestro favor siguió soplando y visto su punto débil, sacar el balón desde atrás, nos tiramos como lobos a las ovejas a ese punto. Víctor, de nuevo, logró ponernos con dos goles de ventaja con un disparo sin ángulo que todavía no sabemos muy bien cómo entró y que vino de un rápido saque de banda. Sin embargo no todo iba a ser buenaventura y un toquecito de Chechu a un rival dentro del área fue señalado por la trencilla habitual como pena máxima; y aunque Chocho llegó a tocarla (y creyó, equivocadamente, que había despejado) el balón terminó en el fondo de nuestra portería. Recortaron distancias los Canipléjicos, pero no existía demasiado peligro en las jugadas de los verdes del campo; y sin mucha historia más y sin sensaciones buenas ni malas, simplemente no las había, llegamos al descanso.

El segundo tiempo parecía, al menos durante los cinco primeros minutos, claramente rojo. Todo gracias a un gran tanto de Charlie, el primero en su cuenta este año, que nos volvía a dar dos goles de ventaja. Balón largo de Víctor que Charlie caza a la media vuelta (sin ser del todo chilena ni del todo tijereta; digamos que fue una chireta) y consigue cruzarla ante el portero. Y en este punto llegó el momento clásico de Motor Carrera, el amodorramiento cuando vamos por delante en el marcador. La diferencia es que hoy ni éramos gente, ni los que éramos estábamos cristianos, por lo que esta situación que normalmente se resuelve con oficio defensivo hoy no se consiguió y Canipléjicos empató el encuentro en dos claros fallos en defensa: remate sólo en el segundo palo de cabeza de un rival en saque de banda, y fallo de marcaje en el empate. En ese momento la tierra se abrió y nos metimos todos porque no era nuestro mejor día para darle la vuelta a un partido cuya inercia estaba claramente del lado de Canipléjicos cuando lograron el empate a cuatro. Por suerte para nosotros no lograron materializar ninguna oportunidad (también cierto que no tuvieron muchas más) y para nuestra desgracia, que si pensaban que ya íbamos servidos se equivocan, fallamos un par de jugadas claras. Raro resulta, leyendo lo narrado, que nos volviésemos a adelantar en el marcador, pero ocurrió: el gol vino, casualidad de la vida, en la jugada más tonta. Hasta el área llegamos con una buena jugada por la banda, el centro al punto de penalti de Víctor no encontró rematador y cuando el rival la fue a controlar decidió devolverle el balón a Víctor que estaba en el palo listo para volver a defender y que sólo tuvo que empujar el balón ante la cara de sorpresa de los defensas y cancerbero de Canipléjicos. One more time la suerte se nos puso de cara, algo nos deberá el karma de los cojones, y nos permitió encarar los últimos seis minutos de partido con un poco más de aire. Y aunque indisciplinados, desaliñados, siendo cuatro gatos mal contados y cojeando Motor Carrera si algo tiene es no ser traidor a sus principios y volvió el “Rustic style” para reverdecer viejas victorias. Un saque de portería de Chocho llegó hasta un servidor que vio como se comían los defensas el saque y con miedo de querer bajar el balón y cagarla (no sería la primera liada del partido) metí la bota cambiando la dirección del esférico de ‘Shempions’ y consiguiendo el último gol del partido que, sin novedades en el frente, terminó dejándonos con una victoria en el partido y con las aspiraciones a pasar a la siguiente ronda del Trofeo Marca intactas.

Los porqués de XaiMou:

• Las ausencias en el tercio de Motor Carrera fueron notables y cuantiosas (Álvaro, Fer, Marco y Pedro). Razones varias dejaron al equipo un tanto tocado aunque, por suerte, supo reponerse. La semana que viene esperemos presentarnos sin tullidos y con gente para cambios aunque, lo adelantamos, Luis Coto se pira a la Pérfida Albión, invitado por su amiga Catalina a tomar té con ella, el calvo de su marido, el orejas de su suegro y con su Graciosa Majestad.
• Si no éramos ni jugadores no podíamos pedir nada al público que fin de semana tras fin de semana llena las gradas de un colorido rojo sangre de toro (por si alguien pregunta os regalo cultura: es el color oficial de España en la UE). Hoy no hubo afición que nos apoyase y, quizás por eso, no éramos tan valientes onvres como en otras ocasiones.
• Víctor recorta con su hat-trick de hoy su diferencia con Álvaro, su primo que no marcó (ni se dignó a aparecer entendiendo que el deporte rey en España es una basura comparado con el baloncesto). Además Charlie por fin entra en la lista de goleadores tras marcar hoy. Después de una liga donde no marcaba ni al arco iris se quita la presión en el primer encuentro de este grupo aunque su tardanza por marcar nos hace desde este vloj, como otras tantas veces, volver a sacarle tarjeta roja a las drogas. Más novedades, Rubén sigue diferenciándose de los otros defensas, algo digno de ser repetido hasta la saciedad en las cañas de después por parte del benemérito que se lo echará en cara a Fernandito y a Pedro (o eso esperamos desde estas líneas ya que para nosotros el buenrollismo es un invento de Lucifer. También marqué yo, que tras las chanzas que recibí por parte del webmasteramoyseñor del vloj ahora ve como me acerco peligrosamente y sólo estoy a dos goles de distancia de su marca, inimaginable para él por buena.
• En la portería, como siempre, Chocho. No tuvo que aparecer en demasiadas ocasiones si bien resolvió solventemente los despejes de puños a tiros desde lejos y aunque amagó con repetir su famoso “de portería a portería guarrería” prefirió no hacerlo. Cierto es, por otra parte, que vergüenza le debería dar al comunista intifado de nuestra portería encajar cuatro goles en un partido cuando sólo un equipo nos metió más de dos este año y…fue una manita. Confiamos en que la semana que viene tampoco tenga que hacer grandes actuaciones ya que supondrá que ni se acercan a él pero, es bueno repetírselo que le encanta que le regalen los oídos, seguimos teniendo fe ciega en sus estiradas sin manos.
• Arbitraje de la fémina trencilla. La que ya hemos catalogada en infinitas ocasiones como la peor árbitro jamás parida. Destacar que tenía un nuevo tinte de pelo, y que las sustancias tóxicas del tinte no llegaron a sus neuronas y que, quien sabe, podrían haber provocado que supiese arbitrar. Faltas sin pitar, leyes de la ventaja no dadas cuando se debe y dadas cuando no hay posibilidad de seguir avanzando, ceguera total con los brazos en los saltos y un pasotismo que nos hace pensar que estaba en fase rem y que deambulaba por el campo. Sin duda, se lo merece y así seguirá, la peor de Hortaleza.
• Rival no marrullero como indicaba su nombre (leer entrada anterior). Al menos en líneas generales ya que conversaban abiertamente con nosotros y aunque pedían con vehemencia cosas que no eran, cualquiera lo haría con ese colegiado que si la convences argumentando puede llegar a concederte gol mas tiro adicional. Como ya comenté en líneas generales no eran marrulleros pero había uno que estaba decidido a llevarse el premio al tontico del partido (premio que suele recaer en alguien de nuestro equipo con esas discusiones internas tan acaloradas que tenemos) y lo consiguió. No recuerdo el número pero como son tan amables de llevar el nombre en la camiseta diré que se llamaba, presuntamente, Jesús. Quejas por planchas que no le tocan y metiéndose en berenjenales que ni le iban ni venían ni había oído nada a lo Yoyas en Gran Hermano. En todas las familias hay ovejas negras así que Canipléjicos es, como dije, un equipo normal (halago en los tiempos que corren).
• Tercer tiempo en la habitual Cervecería Burgos con sólo cuatro componentes; aunque también es cierto que hubo un pre-partido en el mismo lugar para ver a Fernando Alonso subir al podio por primera vez en el año. Que comience Vettel a ponerse vaselina en su dedito que pronto se lo tendrá que guardar en el…ya saben, en el orto.

Y nada más, así transcurrió el primer partido después de un mes sin comparecer en los campos de fútbol de Motor Carrera. El Trofeo Marca sigue al alcance, al menos, esta primera fase.

Llegada de Motor Carrera a los campos. Masacrados por la circunstancia, pero nunca rendidos y dando batalla. ¡MC!

1ª Jornada Trofeo Marca

Un mes y cuatro partidos del siglo después los campeones-de-Liga-sólo-eliminados-por-el-campeón-del-Distrito vuelven a sus campos favoritos, los Luis Aragonés, para intentar conseguir un nuevo hito en la corta historia de Motor Carrera: clasificarse para la siguiente fase del Trofeo Marca. ¡El balón re-comienza a rodar!

Así que jovenzuelos y damiselas: espero que no hayan olvidado el ardor, fervor, pasión -y enajenaciones mentales transitorias y permanentes en algunos casos- que debe provocar en nuestro fuero interno vestir la camiseta roja de MC. Las hordas rojas (que posiblemente dejen de serlo el año que viene) no deben olvidar cómo y por qué han llegado aquí: el juego rústico, la diversión y, sobre todo, el orden táctico. Ni ganamos al basket a negros de Harlem ni semos equipo de tiki-taka por lo que pido, one more time, que seamos fieles a nuestro estilo o, como dirían en Cataluña, a nuestra filosofía. Y todo ello habrá que exponerlo este domingo, 8 de mayo a las 16.00 en el primero de los campos pequeños del borracho de Hortaleza (aquí están ubicados, zoquete). Nuestras primeras víctimas serán canipléjicos de cuya historia y progresión no sabemos nada y cuyo nombre, a mi personalmente, sólo evoca a canis –esos seres periféricos/poligoneros a los que les gusta Rebujito, Andy y Lucas, chunta-chunta, los vídeos del pimpam-tomalacasitos y llevar muchos oros encima- en silla de ruedas tuneadas (para más inri visten de rosa). Así que nuestra onvría y honor están en juego, no lo desperdiciéis gratuitamente.

¡Fuerza y honor a Motor Carrera!

Este rosa y en esta situación SÍ está recomendado el color. Para el fútbol, colores varoniles. ¡Y por fin vuelven los ángeles!