Batalla nula

La primera gran batalla de la temporada 2010/2011 terminó con lo que José María García denominaba ‘resultado gafas’. Un cero a cero contra los líderes -que dejarán de serlo tras victorias de los perseguidores- que no dejó mal sabor de boca porque si bien es cierto que tuvimos ocasiones, no lo es menos que nos pudieron caer otros pocos. Así que efectivamente, fue un 0-0, pero con oportunidades.

Un partido intenso que comenzó con más control de Tolima que de Motor Carrera, pero que nos permitió hilar (visto que el campeón del año pasado atacaba ‘a saco') un par de contraataques que les hicieron abrir los ojos de que, este año, la victoria sobre las hordas rojas no iba a ser pan comido. Los intercambios de golpes se siguieron sucediendo, y si nosotros no tiramos cómodo en ningún momento, ellos no tuvieron demasiadas facilidades salvo en un error defensivo que salvó Chocho y, justo en el pitido final, un remate cruzado de cabeza que parecía el primer gol rival pero que, por Júpiter u otros dioses romanos, cruzó en exceso y salió fuera.

En la segunda parte tomamos más confianza y comenzamos a tocar más el balón. No dimos tantas facilidades al rival y tuvimos algunas oportunidades, como el mano a mano que un servidor mandó fuera, un disparo cruzado de Álvaro o una falta que rozó el gol de Toni. Como era imaginable, Tolima tuvo un par de ocasiones; pero unas veces los disparos, y otras Chocho impidieron que nos marcasen. De hecho, la última ocasión fue para nosotros con una falta que el portero rival ya conocía y que no sirvió de mucho. En definitiva, un partido bastante duro (no con juego sucio) que gracias a que por una vez nos centramos en jugar como equipo -tocando y pasando- nos salió bastante bien. Haciendo demagogia, si hiciésemos todos los partidos como éste, mejor nos irían las cosas e Hispania no nos habría ganado.

La libreta del redactor:

• Durante el partido con Tolima, además, tuvimos ausencias destacables como la de nuestro defensa titular Rubén y de Luisillo con esos vértigos tan peligrosos.
• Noticia importante (y creo que excepcional) para Motor Carrera: cuadriplicamos la ausencia habitual de público. A la aficionada incansable Rocío se le sumaron Ana, la novia de Chocho de visita a la capital, un amigo de Toni y Pedro de su erasmus por Londres y otro coleguita, esta vez de Fernandito. En total, cuatro personas nada más y nada menos en la banda para ver cómo MC empataba al líder sin goles.
• Lógico y normal, los goleadores no experimentan cambio alguno porque, entre otras razones, no marcamos ningún gol.
• El camarada portero Chocho se va a empezar a motivar con eso de que lleva 5 goles encajados en 5 jugados siendo el portero menos goleado de la Liga (y Motor Carrera en general el equipo menos goleado). Buena actuación de Chocho en el empate a cero, suponemos que la presencia de su novia le exigió jugar bien y no dejándose goles como contra los últimos la vez aquella…Ya sabemos cual es el secreto de Casillas y Chocho; tener a la novia cerca. Desde aquí ya hablaremos de una derrama para que Ana venga cada domingo en AVE.
• Respecto a Tolima no creo que haya demasiado que decir; al menos en términos generales. No son hermanitas de caridad, pero el fútbol no es dominó. Tras las dos derrotas que sufrimos frente a ellos el año pasado el empate es el primer paso para, en la vuelta, intentar ganar por fin la guerra de las venganzas.
• El árbitro fue el chaval joven, que contestaba a las preguntas/quejas/aspavientos de los jugadores con un tono quinqui sólo superado por Coto Matamoros en los platós de Telecinco. Además se comió bastantes jugadas y faltas y no aplicó la ley de la ventaja con rigor ya que le permitió a Luis volver hacia nuestro campo aunque recibiese patadas y cortó una jugada que acabó con Álvaro sólo ante el portero.
• El tercer tiempo se desarrolló en la habitual cervecería Burgos con esas jarras y hamburguesas tan rutinarias que ya son adictivas. Y, también, como empieza a ser habitual se jugó a los Colonos de Catán; donde un servidor ganó la última partida y se fue tan feliz a dormir.

Poco más que añadir de un partido que nos permitió irnos con un sabor dulce a casa y que nos abre los ojos a que es posible ganar a los líderes. Con las pilas puestas Motor Carrera es capaz de cualquier cosa. ¡Añadan lo que quieran!

La batalla quedó en empate. Pero el empuje de Motor Carrera no tiene parangón