Victoria sudando alcohol

Ya estaban vuestras mercedes nerviosas, ¿eh? Ampliando fronteras de este nuestro Vloj la crónica de la victoria sobre La Penúltima se realiza desde La Coruña, ciudad de la Torre de Hércules y, claro, del abajofirmante. Supongo que todas las ansias por leer las andanzas de este equipo vienen dadas porque la última estuvo escrita por el intento de ingeniero aeronáutico que es Luis y, todos lo sabemos, sus chascarrillos y temas legales incluidos dan un aire de consultora que sólo puede atraer a enfermos del Derecho como Chechu o alguno así.

Dado ya el típico toque de atención al webmasteramoyseñor comienzo a narrar el partido del domingo hablando del viernes; sí, han leído bien: viernes. Porque dada la trascendencia de este encuentro, Motor Carrera decidió concentrarse a 140 kilómetros de Madrid, en la sierra de Ávila. Y nada de las mariconadas que se ven por la tele en partidos de 'Shempions' (Mourinho dixit) de paseitos por el campo, agua y música en auriculares. Dos días sin probar un trago de agua, una casa convertida en discoteca con mesa de mezcla incluida, altavoces tamaño yo (metro y medio) y una cantidad de botellas de ron y güisqui sólo superadas por la suma de las existencias de las casas de Pocholo y Massiel dieron como resultado varias cosas: 1) Que Luis/Shakira baila, se lanza de rodillas, da vueltas y se pega hostias de espaldas al intentar rodar sobre un tronco de leña. 2) Que Pedro es igual o más importante que el propio President of Banco Santander teniendo que ir a currar el domingo por la mañana. 3) Que Víctor es un calzones que se vuelve de madrugada a Madrid por ordeno y mando de su señora odontóloga. y por último y más importante: que sin pan no hay panceta.

Tras viernes y sábado convirtiéndonos en auténticos delincuentes del alcohol, incluida la noche de sábado con disfraces cada cual más sórdido -ganador del concurso sórdido: la nueva mascota de Motor Carrera: El tigretón Fernandito- llegó el domingo, día del partido. Las caras a las 12.00 lo decían todo, y más decían las frases casi sin voz de delantera, defensa y banda: "Me apetece jugar hoy lo mismo que que me metan un sacacorchos en la rodilla y le den diez vueltas, me cago en las putas de Jericó". Sin embargo, Motor Carrera no rehúye la batalla y nos presentamos en los Luis Aragonés disimulando la situación, cansados sólo de subir las escaleras de acceso al campo y con la preocupación de que el alcohol nos costase una Liga. Sin embargo, el pitido inicial nos vino bien, ya que si bien tiramos de 'rustic style' debido a que en los campos pequeños no se permite mucho más, y menos tal como íbamos; los idus de marzo nos favorecieron y un balón de Pedro largo lo bajó Álvaro, como suele, se dio la vuelta, como suele e ignorando al compañero en banda, como suele también, lanzó un pepinazo "a lo Reyes" que entró por la escuadra y puso el 1-0 en el marcador que, siempre imaginario, se veía en los Luis Aragonés. Con el marcador a favor y las fuerzas a medias no apretamos lo debido, dejando que tuviesen el balón en su defensa sin presión y saliendo más fuerte a ellos cuando se internaban en nuestro campo. Como resultado de esta dosificación de fuerzas basándose, como dice el ministro Sebastián, en la economización ellos tuvieron un par de tiros peligrosos desde la frontal del área en jugadas rápidas, aunque nunca pisando inmediaciones de Chocho, a la vez que nosotros tuvimos un tiro al palo de Luis -todos cantábamos ya el segundo gol-, una diagonal de derecha a izquierda de un servidor cuyo tiro con pierna mala (la derecha) tras recorte despejó su guardameta y una jugada que terminó, otra vez, con Luis disparando dentro del área y fuera. Los cambios y la situación coyuntural que vivía Motor Carrera hacía pensar, como alguien soltó, en los fantasmas de Hispania y con esas nos fuimos al descanso.

En la reanudación, con esos cinco minutos que supieron a gloria de descanso, comenzamos con un mayor control del balón y con parte del alcohol ya sudado. Esta situación influyó positivamente para que los pensamientos discurriesen con fluidez en la mente de Álvaro para devolverle de espuela un balón a Víctor que llegaba justo -por no decir que no llegaba- y que visto lo cual decidió achantar al portero. Lo consiguió ya que la posición que tomó su guardameta para despejar fue de “uy que el tipo este se me viene encima y la tenemos”, por lo que golpeó mal y flojo sobre las piernas de Víctor que conseguiría subir, ya a puerta vacía, el segundo tanto para Motor Carrera. Este hecho nos espoleó hacia adelante, o al menos hizo que nos olvidásemos de nuestras carencias y llegamos a realizar un par de buenas jugadas que terminarían sin consecuencias positivas una (falta en la frontal) y con el tercer gol la otra: recibe Álvaro de espaldas, la abre a un servidor de ustedes y de Dios a la banda derecha que entra en el área y ve cómo se coloca Víctor en la frontal del área; dejada para su tiro de gracia que acaba a la derecha del portero. Nos salía bien la máxima del mínimo esfuerzo por una vez en años, y nos creímos que estaba hecho. Craso error ya que en una falta nos recortarían distancias al rematar en el segundo palo sólo de marca un rival ante lo que nada pudo hacer Chocho, que no obstante tocó el balón. Esta situación les dio alas, y vimos cómo La Penúltima dominaba el balón y el juego sin que nosotros, ya con un bajón físico imposible de solucionar aunque tuviésemos a los 10.000 hijos de San Luis esperando en el banquillo para entrar, pudiésemos más que esperar y esperar y aprovechar alguna que tuviésemos. Sin embargo la suerte no nos daría la razón, y en otra jugada a balón parado recibiría de espaldas su delantero que consiguió darse la vuelta dentro del área sin que Víctor pudiese (?) impedírselo y cruzó el balón al palo contrario ante lo que Chocho no pudo más que mirar cómo entraba haciendo una estatua que recordó a la de su añorado Lenin. 3-2 en el luminoso imaginario y cinco minutos de sufrimiento los que vivimos con el hígado fuera pero que merecieron la pena ya que el pitido final, sin más movimientos en el marcador, nos deja a sólo una victoria de conseguir el ansiado premio de Victoria Final; esa a la que yo -y espero que ustedes- me imagino virginal con una cara y un cuerpo de Secreto de Victoria.

El anecdotario de Xaime:

• Asistencia de todo el equipo a excepción de Marco que tuvo que acudir a urgencias porque su hijo vomitaba demasiado (ay estos padres primerizos). Los demás asistimos puntuales a nuestra cita con el partido el domingo y con el alcohol las noches anteriores. Enhorabuena.
• En cuanto al público, dejó que desear. Nuestra seguidora más fiel no acudió debido a esas noches previas de alcohol que hizo que llegase a Madrid y se acostase hasta hoy por la mañana; algo que todos hubiésemos hecho de no tener que haber comparecido en los Luis Aragonés. En conclusión, la representación del público corrió por cuenta de Almudena, la ‘gordi’ de Charlie para quien no caiga en quién es y Sebas y Croqueta. A estos dos si bien les agradecemos su presencia no es menos cierto que preferimos envras a nuestro lado, sin ofender.
• En el apartado goleador, más o menos lo de siempre. Goles de los primos. Álvaro que sigue líder de la clasificación y Víctor que recorta distancias con su doblete. Ya sabemos a quién dar balones en los dos partidos que nos quedan.
• Respecto al tovarich Chocho, actuación sobria como suele salvando un mano a mano y algún balón por alto que venía con las intenciones del Turco. Sin embargo, le desagradará saber que con 19 goles encajados Motor Carrera no podrá conseguir la racha de un gol en contra por partido. Pero aunque esto no vaya a suceder hay que luchar por el Zamora de Hortaleza, que está a tiro. La defensa es lo que nos ha llevado hasta aquí, no lo olvidemos.
• El árbitro, si esa era su verdadera identidad ya que algunos dudamos sobre si era Moratinos sin maquillar -al pobre hombre, le echan del Ministerio y se tiene que ganar la vida de cualquier forma- era malo. Eso de dar ley de la ventaja en un penalti con nuestro delantero rodeado de defensas es, por ser educado, discutible y sin serlo, de gilipollas contumaz. Amén de un par de jugadas que si no quieres pitar…no pites, pero no inventes. Sin embargo está claro que la chica sigue ganando su concurso particular por ser el peor trencilla del Distrito. Su actuación en el partido Los Ángeles – Piovera provocó una tangana divertida con sus puñetazos voladores y demás.
• Del rival, La Penúltima, cabe destacar en primer lugar que son esos chicos con tan buen ojo para descubrir una página bien montada y mejor escrita y querer copiar su formato; algo que les debería valer el segundo puesto de esta Liga; sin embargo, y por desgracia para ellos, en esto del fútbol sigue primando la manía de jugar para meter el balón en la portería y no para sacar el balón en corto, darlo al centro y no entrar en el área más de tres veces. A su favor que son un equipo que al menos comprende (al igual que Tolima), se ve que son algo más leídos éstos respecto a otros equipos, que es una Liga de barrio donde no deben imponerse las marrullerías y los malos modos; aunque el fútbol implique faltas y otras argucias siempre se entienden ya que, como siempre digo, si no quieres contacto físico es mejor jugar al parchís en casa. Además, me parece que si hubiesen jugado todos los partidos de la Liga con la misma intensidad que contra nosotros de seguro habrían ganado a equipos “fuertes” como Los Ángeles y a alguno menos fuerte de los que están cerca de ellos (parezco Mourinho hablando del Deportivo en el partido de Riazor).
• Tercer tiempo en la Cervecería Burgos con cara de mustios todos, no era para menos después de no dormir y cansarnos en un partido de fútbol. De eso que fuese más corto de lo normal y ni nos quedásemos a ver terminar la primera parte del Real Madrid. Ya habrá tiempo para pompas y festejos.
• De este partido quiero destacar que no ha sido el mejor de Motor Carrera, tampoco el peor, y dadas las circunstancias en las que llegábamos sólo hay que alegrarse de haber conseguido ganar y no complicarnos las cosas, debemos estar contentos (orgullosos los menos exigentes) de que en el mejor partido de La Penúltima no consiguieron ganarnos. Y llegados hasta aquí y sabiendo que Piovera derrotó a Los Ángeles (quién lo iba a decir) la situación no puede estar más a güevo. De los dos partidos que nos quedan nos bastaría con ganar uno y perder el otro y el último encuentro es contra Parque América, los penúltimos de la Liga que serían los últimos si no fuese por la pérdida de todos los puntos de Mambo. Sin embargo no hay que confiarse, todos queremos ganar la Liga y sólo queda un peldaño para esa Jran Barbacoa legendaria que nos ganaremos por toda la jeta -cortesía de nuestro patrocinador Viajes Cibeles- si lo conseguimos. No nos durmamos. Fuerza y Honor.

Con esto doy por concluida la crónica más esperada del año, no por su contenido, sino por su demora. Pero los deberes de un nieto de bien de visita en La Coruña me impidieron asistir puntual a mi cita con mis lectores. Espero entiendan mis motivos y ya saben, añadan lo que deseen que este es un país libre, ya veré yo (o el webmasteramoyseñor) si luego lo borramos. El país será libre, pero este vloj sigue siendo una dictadura bicéfala.

Aspecto de 9 de los 12 jugadores de Motor Carrera 12h. antes del encuentro contra La Penúltima. Listos para comprobar quién es el que más aguanta…bebiendo alcohol.