Decía George Best, un icono para todo buen amante del fútbol, que él no salía por la mañana de su mansión con la intención de emborracharse, sino que simplemente sucedía. El inglés estaría orgulloso de Motor Carrera, pero antes de llegar al alcohol ganó, sin darse cuenta, un partido de fútbol.
George Best: jugador del Manchester United y jrande entre los jrandes.
A la hora de comer pero sin comer, y con un sol/calor impropio del 1 de marzo, se disputaba el encuentro entre un desahuciado Motor Carrera contra un ilusionado Navalucillos, farolillo rojo de la tabla. A veces uno llama fútbol a actos tan simples como trotar por un rectángulo de césped artificial intentando dar alguna que otra patada a un trozo de plástico esférico y consiguiendo dar más de una patada a los que llevan camisetas distintas. A veces, como digo, se le llama fútbol a eso así que aquí hablaremos de fútbol. Así empieza la historia de lo que sucedió de 3 a 4 en los campos Luis Aragonés mientras una espectadora, novia del entrenador, dormía la siesta:
El dominio del balón por parte de Motor Carrera era evidente, aunque no se lograba plasmarlo en el marcador. Una ocasión de Diego en el minuto que jugó desde el pitido inicial hasta que pidió el cambio (nuevo récord) casi permite ponernos 1-0 sin apenas haber corrido. No fue así y el gol tuvo que esperar a una recuperación de Fer en la defensa, acto seguido levanta la vista buscando un objetivo sobre el que descargar toda su ira defensiva y, sin embargo, lo que encuentra es a Álvaro libre de marca corriendo hacia la portería rival. Así, con el pase de Fer y el remate de Álvaro al llegar sólo hasta la portería rival se abría el marcador. El 1-0 duró más de lo que querríamos en un partido en el que los abusos del sábado pasaban factura, y corría la mitad del primer periodo cuando Marcos, en una jugada que mi memoria no ha retenido (por lo que seguramente fue la más hermosa jamás narrada acabada en punterón), nos distanciaba a un 2-0. Y así, con algún córner, algún balonazo y algún susto, un balón suelto lo aprovechó Diego para, a la media vuelta, marcar el tercer gol de Motor Carrera antes de que el colegiado jovenzuelo, el malo, señalase el descanso.
Parecía una jornada apacible: 3-0 a nuestro favor, el sol en la cara, tres mozas en la banda y el #quenofaltedená esperando; un momento perfecto para poner tensión y eso, al igual que calibrar el nivel justo de ron en un vaso de desayuno, lo hace a la perfección cualquier integrante de Motor Carrera. Así que no uno, sino dos faltas de contundencia a la hora de defender permitió a Los Navalucillos acercarse hasta el 3-2 que durante varios minutos acojonó a más de uno. ¿No se puede añadir más tensión? Challenge accepted! En una jugada en la que este redactor simplemente tenía que poner el pie para marcar a placer de repente hubo una aparición: lo fácil es burdo. Lo difícil era, efectivamente, fallar y a uno se le llena el pecho de orgullo cuando logra un imposible. Una cosa menos que hacer antes de los 30.
Sin embargo, apareció un colchonero ex melenudo para reinventar el concepto de difícil: le llega un saque de banda que intenta peinar de cabeza, el resultado es que el balón no sólo no se peina sino que sale dirección portería en lo que se convierte en un autopase que él mismo remata a portería con, oh sí, la cabeza. Por fin algo de tranquilidad y entonces ya sí, ya me apetecía marcar y en una jugada que Rober pelea un balón en el centro del campo y cede a este capitán para que, desde la derecha, entre en el área rival ante la parsimonia rival y fusile al portero a placer. Un 5-2 que campea por Hortaleza y España con las mismas ganas que teníamos de que pitase el final del partido para poder ir, ahora sí, a celebrar que Fernando es un año mayor, que no más maduro.
Datos de (des)interés:
- Apartado de bajas significativo: Luis, con la delegada consorte perdidos en el Pirineo aragonés; Rubén, sin noticia; Luisillo, suponemos que aún no recuperado de haber cumplido 31 años el viernes; Marco, en su faceta de padre modelo; y Víctor, de nuevo, dejando tirados a sus amigos
por la novia (léase su otro equipo)poniendo una pica en Flandes. - El sol dominante ayudó a que la grada se llenase hasta con ¡tres! mujeres. Cierto es que una de ellas, Rocío, durmió plácidamente. Julia y Bea completaban el triunvirato fémino.
- Marcos logra colocarse como líder en solitario de los goleadores merced a su doblete, Álvaro se asienta en el top 3 llegando a los 10 goles y este servidor continúa segundo. Diego, que tardó en estrenarse, le ha cogido el gustirrinín a marcar y sigue a lo suyo, con lo que ha logrado empatar a Luis webmaster en la quinta posición.
- Chocho fue, vio el partido y recibió dos goles. Después, además, se fue a ver al Estudiantes. Típico día que cuando acabas piensas “¿por qué me habré levantado de la cama?”.
- El momento cómico-taurino tuvo como protagonista a una aficionada: Julia. En la primera mitad, yendo el partido 1-0 a nuestro favor, marca Marcos (cacofonías power). En ese momento volvía Diego de rescatar un balón de los matorrales y pregunta al otro suplente y hermano (vamos, yo) que si habíamos marcado. Ante mi respuesta afirmativa Julia muestra su sorpresa con la siguiente conversación:
- Ah, ¿Qué habéis marcado?
- Sí, Julia. Ahora mismo, ha sido Marcos.
- Bien, entonces…vais 1-0, ¿no?
- Ehm…2-0, Julia. 2-0.
Julia confusa
Algo que dolía especialmente al ver cómo la grada de animación rival, formada también por féminas, no hacían más que aplaudir e insuflar ánimos a su tropa.
- El tercer tiempo pasó a ser el #quenofaltedená de Fernandito. Cayeron cervezas, fantas y aquarius por duplicado, comida y copas por doquier. De allí salimos a las 21.00 más cansados que después de jugar. Un buen final de día.
¡Esto es EL TERCER TIEMPO!
Así se cierra la crónica de una jornada con sorpresa positiva: la expulsión de la Liga de Beverly Tronas nos otorga tres puntos con los que no contábamos, lo que nos devuelve a la segunda posición de la tabla a sólo tres puntos del líder, Míticos de la Curva. Este domingo, señores, es la guerra. El todo o nada. El follar o morir virgen. Lávense los bajos, porque vamos a darles duro.
Escrito por: Xaime Méndez Baudot
No hay comentarios:
Publicar un comentario