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RESULTADOS:        United 3 - 2 Motor Carrera

martes, 12 de enero de 2016

Enero no es mes para dietas


Desconfío de quien adelgaza en Navidad casi tanto como lo hacía de aquellos gitanos que, en nuestros años más mozos, nos pedían amablemente un euro para llamar por teléfono: “Mama, tranquila. Desplumo a este y voy a cenar”. Nadie desea en estas fechas que se pierda peso, a excepción de la prensa deportiva a Benítez, y a lo que más se aspira es a atracones que te dejen en una tumbona intentando no emular al Luis más imberbe.

Motor Carrera cumplió con la Navidad dándose un atracón a goles ante Chotones. Incluso a Fernandito, como cuando se deja al sobrino de 10 años dar un sorbo al vino, se le permitió marcar dos veces. MC, en su infinita misericordia, se impregnó de espíritu navideño y no sólo dio de beber al sobrino porque qué coño, un día es un día, así que vamos a dejar que Charlie dé una asistencia de tacón que nadie se cree todavía.

Cuando el árbitro pitó el comienzo del partido hubo dos sorpresas: que el marcador inicial fuese de 0-0 y, la otra, que este redactor estuviese bajo los palos durante, aproximadamente, 10 segundos. El tiempo exacto que tardó Chocho en ponerse los guantes, irse el balón fuera y pedir el cambio. Destacar que durante toda mi actuación como cancerbero transmití seguridad a todo el equipo sin permitir ni una sola ocasión del rival. A partir de entonces, el desconcierto. A los pocos minutos, Fernandito recorrió todo el campo (recordemos que es defensa) como si hubiese encontrado un guante de Pepe en la portería rival, acompañando una jugada por banda de Rubén que cedió a Marcos para que rematase dentro del área. El portero rival ayudó no atajando un balón en apariencia sencilla y Fer, que andaba por ahí al más puro estilo Raúl, metió la pierna para adelantar a Motor Carrera.

El equipo dominaba por alto, fiel a su estilo irrenunciable de patadón, y tan cómodo estábamos que decidimos dejar para la historia la asistencia más intentada y nunca conseguida que, esta vez sí, salió. Un saque en largo de Chocho (qué sorpresa, ¿eh?) sobrepasa a la defensa algo despistada con Chocho y Marcos dentro del área rival. El fumador de Sanse no se lo piensa dos veces y, aunque solo y con todo el tiempo del mundo para controlar, decide girar 180º y dar el culo al balón preparando su pierna para lo que todos sabíamos que iba a pasar: intentar darle de tacón. De hecho, se escuchó a Chocho cuando estaba ejecutando tan magna obra de arte gritar “¡NOOOO, ¿PERO QUÉ HACES?!” para luego callarnos la boca al ver como engaña al portero con ese toque y deja a Marcos que empuje el balón a placer. El 2-0 que campeaba por España y Hortaleza era justo pero corto, así que nos pusimos manos a la obra para ampliarlo y se consiguió en una jugada que empieza con saque de banda de Chechu a Marcos, que recibe de espaldas en el pico del área, amaga un disparo y me cede el balón que, sólo ante el portero y con la derecha (esto es noticia, no tanto como lo de Charlie pero eh…¡con la derecha!), bate al guardameta chotonero.

El ídolo de Charlie, travesti no incluido.

El árbitro nos mandó a vestuarios (figurados) y cuando se iba a reanudar el encuentro descubrimos, algo sorprendidos, que habían decidido jugar con portero-jugador. Una genialidad táctica para ganar un jugador y para que se  disparasen los “¡uy!” cada vez que robábamos el balón. Lo intentó servidor de ustedes, ¡error!; Marcos fue el siguiente en tirar desde nuestro campo, ¡nuevo error!; Chechu quiso ir un paso más allá y no sólo falló, sino que mandó el balón a saque de banda. Y entonces sí, va y aparece Fernandito para que su patapúm parriba (en el tercer tiempo declaró con nostalgia cómo su vecino en la vida y en la zaga le enseñó a pegar en largo al balón) superase al guardameta -por llamarlo de alguna forma- y entrase botando (pom-pom-pom) para aumentar nuestra renta. El partido seguía sin mucha historia, ya con 4-0 y las fuerzas empezando a flaquear sin posibilidad de largas estancias en la banda al disponer sólo de un cambio pero en una contra (según narran las leyendas ya que no me acordaba) Marcos deja a Chechu en un mano a mano ante el portero rival que con maestría gatuna resolvió. Para Motor Carrera nada es suficiente y seguimos buscando goles, sobre todo Charlie, de palomero perpetuo. Su gozo en un pozo porque fue Marcos el que, en un saque de esquina, volvió a anotar para las hordas blancas. Todavía quedaba otro por anotar que fue obra, onemoretime, de este servidor de ustedes. Con Chotones volcado al ataque, volvió a darse la circunstancia de tres contra uno de los suyos. Todo acabó como se suponía que iba a terminar: con gol. No somos de sorpresas, tampoco para esto. Con el 7-0 y Chocho ya festejando que iba a dejar su portería a cero...


Cocho, creyéndose imbatido.

...decidimos no darle esa alegría al portero demente por haber llegado 10 segundos tarde. Así, dos jugadas seguidas en la que nos pillaron por banda terminaron con dos goles del rival que, al menos, podía festejar no pasar por debajo del futbolín. Sin más sobresaltos terminó el encuentro, el primero de este 2016 en el que todavía no nos hemos puesto a dieta de goles, y que siga así.
Datos de (des)interés:
  • Numerosas ausencias en las filas motorcarrerísticas. El delegado hizo dejación de funciones para irse a los montes cántabros (la copia de la copia de los gallegos); el padre del milenio tampoco acudió; Luisillo, indispuesto para la práctica del deporte; José, matando Bambis inocentes por los campos extremeños; y Víctor, que dejará de  salir en esta lista pero esta vez le mencionamos por ser su primera ausencia al haberse ido a emprender un negocio de comida turca a Estambúl). Tampoco acudió Álvaro, que no es oficial, pero sí afirmó que iría y nadie supo de él. Las caídas de guasap son así…
  • El público que logró arrastrar Motor Carrera a los Aragonés fue, más o menos, de cero absoluto. Ni un alma aficionada al fútbol amateur estuvo apoyando nuestra victoria. Segundo partido consecutivo en el que eso ocurre, preocupante.
  • La tabla de goleadores se modifica. Tres dobletes se hicieron ayer; El de Marcos y mío nos permite a ambos seguir líderes, alejándonos de Álvaro, y el de Fernandito supone su estreno como goleador esta temporada superando al equipo de los monogol. Chechu con su tanto continúa cuarto al sumar cinco dianas, y es su mejor registro en todos estos años. De hecho, seguramente esos 5 son más que sumando todas las temporadas pasadas. Enhorabuena, gato.
  • Chocho no pudo irse sin encajar goles. Aunque es de destacar una buena parada (¡con las manos!) en la primera parte a un disparo desde fuera del área que iba con las intenciones del Turco (esto es: entrar en la portería). No tuvo excesivo trabajo, por lo que desde este blog sólo podemos decir: DE NADA, comunista.
  • El tercer tiempo se desarrolló entre jarras de cerveza, sándwich número 3 y hamburguesas dobles sin incidencias reseñables más allá de las ausencias de Marcos y Chocho, que parecen no querer confraternizar entre camaradas.

Así concluye la primera crónica de 2016. Buena vuelta a los campos y rara, ya que solemos pifiarla después de los parones. Jugar la Liga de los seis primeros es una realidad, ¡a por ello, tovarich!

Escrito por: Xaime Méndez Baudot

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