Antes que nada decir que de la primera mitad del partido apenas se narrará nada ya que UN SERVIDOR (o sea, YO) no estuvo presente. Sin embargo puedo afirmar que jugamos de lujo. 4-1 a favor en el presunto luminoso (está de moda lo de presunto, mirar a Tenerife) con gol olímpico de Luis, gol de penalti –por dos ocasiones aunque cuente como uno- de Charlie, un golito de falta de Pedro y otro de Víctor tras buena presión nos ponían por delante. He oído que recortaron distancias gracias a una hipotética cantada de nuestro guardameta Álvaro, pero son conjeturas.
La segunda parte comenzó con un dominio claro de Motor Carrera, y fruto de ello llegaron los otros cuatro goles que sumamos. Sin embargo, gracias a nuestro infantilismo de “¡yo también quiero gol!” o vaya usted a saber qué, descolocamos las posiciones y llegaron ocasiones claras del rival, recortando distancias hasta el 8-4 final. En definitiva: en una segunda mitad en la que solo jugamos diez minutos, terminamos con un parcial de 4-3, lo que quiere decir que un equipo, por lo visto, no demasiado complicado, nos complicó durante bastante tiempo. Pero gracias a la ventaja adquirida durante una primera parte buena (eso se dice) nos hicimos con una victoria que nos deja cerca de los puestos donde queremos estar.
Apuntes a añadir:
- Por segundo partido consecutivo ausencia de Papi en la portería; en esta ocasión sin estar muy claros los motivos. Por lo tanto regresó Álvaro a los tres palos con una actuación más sobria y segura que el otro día aunque le metiesen dos goles más. Se toma como concepto para ponerse de portero ser el máximo goleador del equipo por votación popular. Sin embargo no fue la única falta en el partido, Toni –nuestro fichaje de novia internacional- tampoco acudió a su cita con el balón y la dirección deportiva ya espera una justificación.
- Carencia total y absoluta de público. Se ve que la hora (de siesta), el día (decimocuarto partido del siglo) y el tiempo (un fresquíbiri entraba…) desanimaron a los múltiples socios de Motor Carrera a acudir al estadio.
- Con respecto a la tabla de goleadores, movimientos. Pedro empata con el Primo Marrón y el nuevo líder es el bajito llegado del norte. Como ya mencionamos, será el próximo en ponerse bajo los tres palos en caso de ausencia en esa zona.
- Hoy, a modo de excepción, no sacaremos tarjeta roja a las drogas y lo dejaremos en simple amarilla. Buen partido en líneas generales de un Charlie que iba al choque, corría arriba y abajo, llegó a marcar y que centró desde la banda con calidad. Si esta es la tónica general a partir de ahora, bienvenida sea. Ya que hablamos de excepciones, destacar a Marco. Si normalmente hay que jugar con un balón para él y otro para el resto empieza a comprender que es mucho mejor que una vez derribado el equipo rival se le de el esférico a alguien bien posicionado. No mintáis, nadie pensó que Marco le diese el balón a Pedro en el segundo gol de nuestro defensa-entrenador. Mención honorífica a Marco por ese detalle desde la página de Motor Carrera.
- Intercambio de opinión amplio en la banda tras acabar el partido. Uno en particular –Víctor- vio un partido distinto al resto (podría juntarse con Pellegrini en eso) y así lo hizo ver. Aunque nadie compartía su modo de ver –lo cierto es que muchos goles vinieron de jugada- me parece acertada, y espero que se repita, la forma de decirlo. Hablando al terminar el partido y en la banda. Sin gritos ni parafernalia de cabreos.
- En cuanto al árbitro y por no salir de la rutina, era provinciano de ultramar aunque -esto sí es noticia- sus errores no fueron influyentes en el juego y escurrió el bulto bastante honradamente en comparación con sus compatriotas.
- Del rival, Crisis, poco que decir. Si bien no nos puso en verdaderos apuros no se dedicaron –como otros que todos conocemos- a llorar, actitud bastante más lógica cuando se va perdiendo que no líderes.
- Tercer tiempo más corto de lo normal para el menda, minutos en el chiringuito de Sporting de Hortaleza que cada vez gusta más. Se hizo un tercer tiempo que empalmó con el Barça – Real Madrid que nadie quiere retomar, pero los que si recordarán el partido serán esos niños a los que les inculcamos palabras del noble idioma castizo como “joputa”, “mono mierda”, “anda y vete a tomar por culo” o, no podía faltar, “catalán de los cojones”.
Sobre todo en este partido, del que me perdí gran parte, invito a todo el mundo a añadir notas de interés. La primera parte es una laguna en esta crónica que agradecería ser cubierta. Libres son, ya lo saben.
Fijo que si el rival fuese este defenderíamos todo y nadie atacaría, ¡cabrones!