El camino a seguir

Tras un par de semanas de dudosa trayectoria por los Luis Aragonés volvió el glorioso Motor Carrera a la senda que nunca debió abandonar: la de la victoria. Sin retrasos comenzó un partido que desde el principio, se notó, teníamos controlado. Víctor y Luis apoyaban por las bandas, Toni se hizo con el centro y nuestro flamante nuevo portero, Álvaro, sacaba balones cual bandejista en cancha de baloncesto.

Pero el destino quería complicarnos la existencia y tras un tiro ajustado al palo izquierdo que Álvaro dejó pasar porque en su mente corría la idea de que estaba ‘pegado al palo’, hicieron el primer tanto de la tarde los juventinos de Madrid. Seguimos dominando y así llegó, tras buena asistencia de Toni, el empate del que suscribe la crónica –no sin antes fallar otra clarísima-.

Terminó la primera parte con tablas, y la segunda comenzó igual; teníamos el balón pero no concretábamos. Hasta que agarró el balón Marco-búfalo; tiró rivales como bolos e, increíblemente, tiró cuando todavía faltaba alguno en pie; pero eso sí, un chicharro que entró pegado al palo derecho del portero. El tanto ponía por delante a Motor Carrera y tras una buena triangulación en la banda, arrancada fugaz de Chechu –con detención del espacio y tiempo incluida- y un rechace del portero vino, con carambola rival, el tercer tanto. Se comenta que Chechu amenazó –con sus maneras kinkis del ‘más malo de Orense’- para que ese balón terminara en la portería rival. Cada uno que piense lo que libremente quiera…

Álvaro decidió que 3-1 era un marcador muy abultado para un Motor Carrera acostumbrado a sufrir del corazón así que regaló un saque de banda sin estar en la portería, lo que irremediablemente llevó a Juventus de Madrid a acercarse en el marcador. Pero tras unos cinco minutos finales en los que Álvaro y el portero rival se marcaron un campo a campo –con remate de cabeza contra el poste del primo marrón- terminó un partido que desde el inicio se vio que debíamos ganar y que, así sucedió.

Otros datos de interés:

• Ausencia del portero titular Papi, que anda por Salamanca haciendo Dios sabe qué. Fue sustituido por Álvaro que, como ya se comentó, sacaba balones de las cabezas rivales no se sabe bien si como portero o como jugador de baloncesto; aún así, le aprobaremos por ser el voluntario para ocupar la meta.
• Vuelta al banquillo tras sanción de Chocho. Se va a convertir en el pequeño gran buda talismán ya que sus 3 visitas se cuentan por victorias.
• Otra que también regresó, no se sabe engañada por quién, fue la prima rubia de la provincia flamenca. No vino acompañada de Noe…Víctor sabrá la razón. De compañía como marea roja que es nuestra afición estuvo el primo de Luisillo, que si bien no le gusta que se le mente como “El Sherpa” no tiene más cojones que aguantarlo o bien, dejar de escalar montañas (además, no recuerdo el nombre)
• El nuevo fichaje de Motor Carrera vino con la lección aprendida de que la mejor manera de aparecer en la crónica es faltando a la uniformidad del equipo y así decidió coger la primera camiseta que viese en el armario. Mal empezamos…
• Movimientos goleadores. Marco se estrena como goleador de Motor Carrera tras un año de sequía, Xaime anota su primero de la temporada y aunque no será oficial, el 4 rival debería aparecer empatado con todos los unigoleadores de la tabla.
• En cuanto al árbitro, sigue la tendencia de los ultramarinos. Si bien solo oí una vez su famosa frase ‘el silbato arbitra’ en esta ocasión fue más dialogante de lo habitual e incluso Luis consiguió convencerle de que le habían hecho falta –de poco sirvió-.
• Del contrincante, decir que Luis se acongojó cuando  un pokero amenazó con “meterle” si el árbitro no pitaba. Antes que la expulsión –imagino que el árbitro temió por su integridad- el colegiado le invitó a que fuese sustituido por otro. Además de eso poco que decir, se dedicaron a jugar que, como dijo Luis la semana pasada, es más que suficiente viendo a ciertos rivales amanerados.
• Tercer tiempo, como siempre, en la Cervecería Burgos. Empanadillas saladas fue la broma de la tarde visto que la de la foto con el móvil de Rubén empieza a estar desfasada.

Sin más recuerdos en mi mente acabo la crónica de la tercera victoria de Motor Carrera. Invitados quedáis a añadir detalles que se me pasasen. Seguro debido a una falta de oxígeno en mi cabeza.

Chechu con su típico aspecto de tipo duro (y barba y pelos) con el que miró al rival provocando el autogol