La derrota de Krasny Bor

Si bien nuestro combate no fue contra rojos (iban de ‘lila’ oficial) ni éramos menos que ellos, lo vivido hoy en los campos Luis Aragonés bien puede rememorar la batalla en el frío invierno ruso de Krasny Bor.

Luchando contra el frío, la nieve que caía y las meigas salió Motor Carrera dispuesto a seguir su camino triunfal; ¿y qué mayor épica que ganar la batalla de la nieve? Por ello, tras dibujar las líneas cual utillero del Bernabéu salimos con la intención ya dicha y, con ello, nos adelantamos en el marcador merced a un gol de Víctor tras disparo al palo de Álvaro al poco de empezar. Todo discurría tal cual podía esperarse en un partido donde la protagonista era la nieve: casi ni un pase bien dado por ninguno de los dos equipos, abusando del pelotazo y disparando. Así llego una buena ocasión nuestra, dejada con el pecho de Álvaro para que de frente disparase un servidor; el portero de Tolima salvó los muebles y a la jugada siguiente un lanzamiento que de 1 a 10 (siendo 1 pírrico disparo y 10 un Roberto Carlos) se calificaba como 2 Chocho imitó a Casillas en Valencia, esto es…tragó. Culpa ninguna a nuestro San José que nos ha salvado en innumerables ocasiones pero que esta vez descubrío que Arconada se sentía un poco menos solo. Sin tiempo para reponernos nos hicieron el segundo y con más jugadas aleatorias llegó el empate de Álvaro que consiguió cazar un balón nevado –nunca mejor dicho- para cruzarlo y batir al guardameta rival. Parecía que llegaría así el descanso pero en una jugada desafortunada Pedro marcaría, esperemos que sin sobornos, en propia puerta al intentar despejar un balón y se llegaba al descanso con un 3-2 en contra.

Se comenzó la segunda parte con la idea de comerse el mundo y para lo que estaba el partido en verdad era para el que tuviese más suerte porque fútbol hoy, poco. Y hoy la fulana barata llamada Fortuna decidió darnos la espalda y un disparo al muñeco resbaló por debajo de Chocho y se convirtió en el 4-2. Barrera anímica que intentamos solucionar pero entre que no somos galácticos para jugar “contra los elementos” y que el cansancio del parón navideño se empezaba a notar no dimos recortado el marcador hasta ya casi el final con una jugada estelar de Rubén que me dejó a placer el tanto que recortaría distancias y que fue, por desgracia, el último del partido.

Añadiduras varias:

• Como ya dijimos: nieve en los campos y en el cielo. Jugar contra el Dinamo de Kiev o el Rubin Kazán debe asemejarse a lo vivido en los Luis Aragonés que podía haber hecho gala de su afición a empinar el codo y traernos un coñac que a más de uno le hubiese espabilado; una de estas en Rusia te manda a vivir.
• Faltas de Marco (estás que venía desde Toledo con la que caía), Toni (haciendo de apoyo contra Easy Jet en el aeropuerto), Papi (esperando su turno) y Luis (ya se sabe, vagueando con los oriundos de ultramar). Además, como es obvio, cero público. Porque sufrir una nevada por vernos jugar a nosotros, sinceramente, no vale la pena.
• Tras cuatro victorias consecutivas llegó la derrota; podremos haber perdido la batalla pero no la guerra. El enfrentamiento directo de Hortaleza VII con Inter Castilla nos sigue dando opciones.
• Aunque el partido se perdió quiero destacar el cómo: de sus cuatro goles, dos son cantadas que Chocho no suele hacer y que se entienden por la nieve y otro en propia. Como ya dije, en estos partidos la suerte influye porque ninguno juega y nos dedicamos a tirar y a darle al balón “hacia el otro lado” y a ver lo que pasa. No nos tocó hoy.
• La tabla de goleadores llama a un nuevo miembro al podio y, empatado con Pedro en el tercer lugar, aparece Víctor tras su gol de hoy que abría el marcador.
• En cuanto al rival y al colegiado, sin comentarios. El árbitro del “silbato juega” no podía hacer más y el contrario hacía lo mismo que nosotros, jugar con la nieve sin malos rollos con ellos.
• El tercer tiempo, obvio, en la Cafetería Burgos. En esta ocasión de pie por la asistencia de público para ver el partido del Real Madrid; el cual ya que estábamos nos tragamos.

Con ello cada uno se fue a su casa con su coche y la pista de esquí que era la carretera; espero que no ocurriesen incidentes y que todos nos diésemos una ducha hirviendo y pensemos ya en el próximo partido. Añadan lo que consideren meritorio de aparecer.

“Yo no mandé a mis jugadores a luchar contra los elementos” (Felipe II dixit –más menos-)