Próximo partido en...

RESULTADOS:        United 3 - 2 Motor Carrera

lunes, 21 de diciembre de 2015

Una cena y dos cojones


La fiesta de la democracia pilló a Motor Carrera recién salido de la cena navideña, por lo que no quedó más remedio que empalmar (especialidad de la casa) nuestra fiesta con esa otra de urnas transparentes. Especialmente implicado estaba el 4 del equipo, que amaneció compartiendo el jingle más pegadizo de la política (lo que es, es: el PP lo petó con la cancioncita) y anocheció con un muy cristiano “¡buuuh!”.


Tras ejercer nuestro derecho a voto (y de no poder impedir que lo hiciese Chocho), MC tenía por delante el reto de terminar la jornada con victoria, un deseo que se hizo pedazos en menos tiempo del que tarda Pablemos en decir casta. Tres boquetes defensivos supusieron tres goles en contra. La torrija era importante y el entrenador Herranz, temeroso de ser despedido antes que Rafa Benítez, movió ficha. Con la nueva disposición táctica no se lograron muchas mejoras, pero sí un gol: un córner que no llega a cabecear José y que Álvaro, después de un control que bautizaremos como “qué cojones hace esta cosa redonda delante de mí”, empujó a placer. El 3-1 motivó a las hordas blancas, que tocaron zafarrancho y dispusieron de alguna clara oportunidad, aunque no se materializó en gol. De hecho, la primera mitad terminaba con un disparo de falta de Pedro que no fue gol por poco, aperitivo de lo que estaba por llegar.

Antes de salir al campo en la segunda mitad, la conjura de MC fue clara y tuvo reminiscencias podemitas: “Vamos, chavales. ¡Sí se puede!”, y eso que el único coletero del equipo estaba amañando resultados en la Junta Electoral. El ardor guerrero se notó tanto que al poco de comenzar la segunda mitad, efectivamente, nos marcaron el cuarto. Entonces sí, nos olvidamos de tácticas y mierdas de esas que no le importan a nadie y a contestamos como lo hacen los mejores: con ataques a lo loco. Al poco tiempo, Chechu cazó un balón suelto en el área rival metiendo la puntita de la bota. Con ese 4-2 el grito podemita de Motor Carrera era un clamor, y a falta de perros y de flautas, buenos fueron los cojones que pusimos encima de la mesa. Pedro, igual de pícaro para endosarte comisiones que para tirar faltas, engañó al rival lanzando por debajo de la barrera. Su salto, nuestra sonrisa. Con 4-3 el miedo cambió de bando (de frasecitas podemitas va la cosa) y a Rulas le entró el pánico. Tocamos zafarrancho y nuestro adorado rustic style dio sus frutos: un balonazo desde nuestro campo llegó inexplicablemente a Álvaro que, sin oposición, anotó el empate.

En ese momento el pensamiento generalizado era de victoria, de reMOUntada y de otras gilipolleces pero el fuelle ya no daba para más. Con empate volvimos a pecar en defensa, lo que nos provocó algún susto que, por suerte, no supusieron goles gracias al palo, a Pedro y a un par de intervenciones del portero Antes Conocido Como Comunista Y Ahora Bipartidista (ACCCYAB). No obstante, en el último minuto la victoria pudo ser nuestra pero primero Álvaro y después Rubén decidieron ser magnánimos y no estropearle la fiesta de la democracia al otro equipo. Juntos como hermanos. El partido terminó con MC con las manos en la cabeza por esos dos errores, pero con un surco en el campo 2 del Panceta Stadium de sacarnos los cojonazos para remontar una situación difícil. Ni el negro de guasap la tiene tan larga. Por ello, ¡grande equipo!


    Álvaro haciendo un Julio Salinas...


    ...y Rubén un Loco Abreu en toda regla

Notas de (des)interés:

    • Ausencias de Luisillo, que le tocó ser testigo de esa fiesta repitiendo cada diez segundos “¡vota!” en una mesa electoral de Móstoles; Víctor y Charlie, contadores oficiales de votos; y Marcos, que no ha justificado su ausencia por lo que se lleva una tarjeta amarilla como una casa. A la siguiente llamamos a su madre para preguntar por qué hizo pellas.
    • Nula presencia de público. Ni siquiera Mar, delegada consorte, se dignó a aparecer. La junta directiva de MC replanteará su política de acercamiento a los aficionados si esta es la respuesta a ser invitados a participar en la cena previa. Arrieritos somos…
    • Con los dos goles de Álvaro se crea un triple empate a seis en cabeza de la tabla de goleadores: Marcos, el primo marrón y este servidor de ustedes. Chechu marca por segunda jornada consecutiva, cogiéndole gustico a eso de meterla y Pedro se estrena, por fin, esta temporada. Su estadística de faltas comenzaba a parecerse, peligrosamente, a la de Cristiano. Nos alegramos de que no sea así.
    • Por su parte, Chocho encajó cuatro goles, pero tuvo un par de intervenciones de mérito. En una de ellas, incluso gritó “¡vamos!” nada más tocarla antes de que terminase la jugada. Su implicación es máxima, como se ve. Quizá pudo hacer más en el cuarto, pero su estilo karateca de pierna suelta no es negociable y nunca irá con las manos a ese tipo de balones. Lo asumimos.
    • Un tercer tiempo extraño. Que sí, que no (que nunca te decides) y, al final, una jarra rápida que amablemente nos sirvieron aunque terminásemos cerrando las instalaciones junto a las dos camareras más jóvenes y guapas de cuantas hay en las instalaciones del Sporting.
    Con esto doy por cerrada la crónica de la última jornada de 2015. De nuevo, felicitar el carácter que sacó el equipo y, ya que estoy felicitando, este Blog les desea Feliz Navidad y Próspero Año. Que 2016 nos depare cervezas y victorias, por ese orden. Y recuerden, si van a beber…apúntense en la mano su dirección para que el taxista sepa dónde depositar su cadáver.

    ¡Salud, camaradas! (guiño por si las fuerzas bolcheviques terminan haciéndose con el poder)

    lunes, 14 de diciembre de 2015

    El día que puse mi hígado al servicio del espectáculo



    No os voy a engañar: yo el domingo bastante tenia con sobrevivir y con dejar que los goles se me cayeran de los bolsillos como para estar atento al juego y, ahora, poder escribir una crónica decente. Así pues voy a escribir lo que me salga del cimbel:
    02:12  Vuestro querido redactor envía el siguiente guasap claramente afectado por una merluza en mal estado. Recuerdos borrosos de las horas anteriores y posteriores a ese momento.


    13:17  Amanezco en cama ajena intentando recordar algo y pensando “Ah…pues mira…no estoy tan mal”
    13:18  Falsa alarma. SI estoy tan mal.

    Lo de Franco era un resfriado en comparación.

    14:06  Por mi cabeza se pasa abandonar a Motor Carrera a su suerte y ponerme en fuga como el Dioni. Momentos después recuerdo que yo tengo las fichas y que en el equipo hay un Guardia Civil. Decido no morir acribillado al saltarme un control de la Operación Cepo que se montaría en mi honor.
    14:35  Llegada al Panceta Arena y rápida incursión en el bar a por un Aquarius cuan yonki pillando metadona en el bus del Proyecto Hombre.

     No a las drogas pero del vino nadie dijo nada.

    14:55  A pesar de estar al borde de la muerte el mister confía en mi persona: salgo de titular (“soy de la partida” como dicen los modernos) en el puesto de delantero pichichi.
    15:00  Comienza el partido y al poco nos vamos dando cuenta de que el rival, a pesar de tener a todos sus jugadores aparentemente sobrios, no fue agraciado por Dios con habilidades futbolísticas.

    Esto es Triana Pura pero tranquilamente podía ser Triana Suanzes

    En estas un servidor andaba deambulando por el área rival cuando Víctor da un pase claramente pasado de fuerza (el lo llama tiro ajustado al palo pero ya se sabe…a los melones propios uno los quiere como a sus hijos). Sin tiempo para reaccionar retuerzo mi cuerpo serrano y dejo el interior de mi bota perfectamente colocado para el que balón impacte en él y, trazando una carambola de billar francés, acabe en las redes enemigas. Primera obra de arte.

    La línea temporal de los minutos siguientes la tengo un poco difusa pero, en resumen, la cosa fue así: dos goles mas para ampliar la renta salidos de las botas de Chechu con la caña de pescar en el punto de penalti y Rubén de tiro lejano. En este punto el mister toma la desastrosa decisión de sustituirme perdiendo el equipo la referencia arriba (una referencia perfecta dado que no me movía mas de 5 pasos en ninguna dirección). Las hordas motorcarreristicas se desordenan y en estas llega un chicharro trianero por la escuadra y otro gol en fallo de la defensa (esto lo dice Chocho así que sospechad).
    Al borde del descanso un servidor salta de nuevo al campo con la misión de marcar un gol psicológico de esos: balón largo al mas puro rustic style, el portero no la coge y yo que pasaba por allí la doy con al tibia y la mando al larguero (esto parece fácil pero dada la escasa distancia a la línea de gol tiene un merito enorme). La pelota, tozuda ella, vuelve hacia mi persona con el portero como espectador (pasivo) privilegiado: no me pongo nervioso y con un movimiento de rodillas que ni Lina Morgan consigo ser golpeado por la pelota que a continuación entra rodando mansamente en la portería. Segunda obra de arte.

    En la segunda parte le cedí el protagonismo a Charlie que aprovechó la apoplejía del portero rival para, en una sutil pataplina, cerrar la manita y estrenarse como goleador este año.

     Mito, El aun en sus años de decrepitud siguió creando escuela

    Ya en los minutos finales un jugador de Triana recordó que si que sabia jugar al futbol y se meo a medio Motor Carrera (ojiplatico ante tamaña resurrección) finalizando la jugada, no sin algo de suerte, en el 3 – 5 definitivo.

    17:30  Ya en casa, tras este esforzado paréntesis, retomo el resacón en Algete donde la deje unas horas antes.

    Doy por cerrada esta atípica crónica y os cito en El Paleto el próximo sábado para todos juntos reflexionar el voto con buen yantar y mejor beber. ¡Salud camaradas!

    martes, 1 de diciembre de 2015

    Chocho Norris

    Resultado V

    Chocho es comunista. No es su única tara: durante dos horas a la semana es antimadridista y el resto del tiempo que no hay cestos de por medio, casillista. Cuando le conocimos él creía que llegaba a Motor Carrera como jugador de campo y portero ocasional… iluso. Quizá por eso utiliza más los pies que las manos para parar balones y de ahí su mote de portero karateka.

    Hace dos semanas, en una crónica sin escribir, fue el salvador del equipo (como otras veces) y ayer, pues no. Pero es que Chocho actúa como nuestro Chuck Norris de barrio y ya se sabe: lo que Chocho te da, Chocho te lo quita. Y este blog le reconoce el mérito con estos dos párrafos introductores de la crónica del empate de ayer en esos mini campos que tan mal se nos dan.

    Resultado2

    Un empate que durante un tiempo del partido nos pudo parecer oro pero que, al final, nos pareció una derrota. Dos goles en contra en los dos minutos finales mostraron nuestra incapacidad para dominar el marcador a favor. Cierto que fuimos a remolque todo el encuentro con un golazo tempranero de Racing que ya nos puso nerviosos. “Son 6 y no tienen portero, ¡cómo nos pueden ir ganando!” era el pensamiento general y así empezamos a tirar para ver si sonaba la flauta y, lo cierto, es que estuvo a punto de sonar en varias ocasiones. De tanto intentarlo se consiguió. Un buen robo de balón de Rubén, un galope del benemérito mostoleño que parecía que al otro lado del campo le esperaban 50 mujeres vírgenes, y un buen pase para que Marcos rematase de primeras. Un 1-1 que llegaba tras algún susto, sobre todo un pase de la muerte que Chocho detuvo (Chocho te da) y un 2-1 para el rival que lograron al poco tras decidir Chocho (Chocho te quita) hacer de Casillas y no salir de debajo de los palos. Otra vez MC por detrás en el marcador, ya con siete jugadores el rival, y otra vez que se empató, esta vez por un penalti sobre Marcos que este redactor se encargó de trasformar. Como nos gusta el drama (y los moños hipsters a alguno), antes del descanso Racing volvía a ponerse por delante tras una jugada de despiste generalizada que culminó con un tiro desde la frontal que entraba pegado al palo derecho de Chocho que no pudo hacer nada más allá de mandar el balón a la M40 para asegurarse de que no se jugase más “con esa puta mierda” (Chocho nos da).

    Chuck1Chocho Norris nos da.

    La reanudación trajo más de nuestro añorado Rustic Style, aunque el empate no vino por un patadón, sino por un disparo de Pedro desde su casa que el portero dejó suelto en el área. Al ir a por él, arrolló al periodista cronista ocasional cometiendo el segundo penalti a favor de las hordas blancas de Motor Carrera. De nuevo, empate de penalti. Con 3-3 creímos que ya estaba bien de dejarles ir por delante y un córner del rival se convirtió en gol para nosotros al lograr despejar el balón y chutar desde el centro del campo con el portero fuera de su portería. Está feo que lo diga este servidor de ustedes, pero fue un golazo el que marcó, ¡oh, casualidad!, este servidor de ustedes.

    Chuck2Chocho Norris nos quita.

    Marcos, que se dice antimadridista, marcó a lo Raúl. Pendiente de un mal despeje del portero para meter la puntera y ponernos con dos goles de diferencia a poco menos de cinco minutos para el final. ¿Hecho? ¡No para Motor Carrera! Es obscena la normalidad, hortera el control de balón y mainstream ganar cuando parece que vas a ganar. Así que ahí nos plantamos nosotros, guardianes de la esencia de la sordidez, para no sumar tres puntos que parecían claros. Chocho acompañó con la mirada y un juego de piernas que ya quisiera para él Policarpo Díaz un balón que terminó en la portería (Chocho te quita). Y entonces, un balón colgado del rival y previo disparo al larguero terminó con un remate casi a puerta vacía que se convertía en el 5-5 final sin tiempo para hacer algo. Nada más sacar, el trencilla gruñón pitó el final del encuentro.

    Chuck3Chocho Norris intenta pararla con los pies.

     

    Datos de (des)interés:

    • Convocatoria con escasas ausencias, aunque de una de ellas se dará cuenta en este apartado. Papá Marco, as usual, y Luisillo, por las provincias españolas, eran las dos bajas conocidas antes del domingo a las 16.55 horas. A esa hora, cinco minutos antes del inicio del partido, se sumó Fernandito. ¿El motivo? Amariconamiento extremo. En este nuestro equipo llevamos con orgullo la medalla de que el 70% de los jugadores (estimación a la baja) jueguen los domingos con algún tipo de estado de desintoxicación en su cuerpo. La resaca es el estado natural motorcarrerístico y, por ello, no puede quedar sin amonestación la actitud de borrarse de un partido por unos gintonics de más la noche anterior. Fernandito, paga la ginebra. Primer aviso.
    • La peña de animación MC estuvo compuesta por Mar, as usual de nuevo, y la novedad de Ana, venida del sur para ser testigo directo de la reconversión en Ranger de Hortaleza de su novio.
    • El doblete de Marcos y el hat-trick de este cronista hace que ambos se sitúen en lo alto de la clasificación de goleadores con 6 tantos cada uno. La suerte de que la M vaya antes que la X es la única razón por la que el número 10/18 de Motor Carrera sale el primero.
    • El apartado del guardameta lo dejaremos pasar, bastante oda a su persona es el titular y los dos primeros párrafos como para añadir algo más del demente, porque al final se lo va a creer y no.

    chuck-norris-approvesChuck Norris da su apoyo a Chocho Norris 

    • Tercer tiempo en el bar de cabecera burgalés de Hortaleza con la incorporación del primo marrón, que venía de hacer su particular interpretación del baloncesto. Tras dos rondas, el cuarto tiempo fue en villa Méndez-Treceño, a modo de presentación; según informaciones sin confirmar, la vuelta a Santo Domingo de Víctor y Luis fue una especie de To Fast To Furious en la que no sabemos quién ganó.
    • Esto es todo lo que uno recuerda del partido de ayer. Además, pido disculpas por la última ausencia de crónica; el trabajo por el que sí me pagan me lo impidió.   Lo siento mucho. Me he equivocado y no volverá a ocurrir.

    ¡Salud, camaradas!