No os voy a engañar: yo el domingo bastante tenia con sobrevivir y con dejar que los goles se me cayeran de los bolsillos como para estar atento al juego y, ahora, poder escribir una crónica decente. Así pues voy a escribir lo que me salga del cimbel:
02:12 Vuestro querido redactor envía el siguiente guasap claramente afectado por una merluza en mal estado. Recuerdos borrosos de las horas anteriores y posteriores a ese momento.
13:17 Amanezco en cama ajena intentando recordar algo y pensando “Ah…pues mira…no estoy tan mal”.
13:18 Falsa alarma. SI estoy tan mal.
Lo de Franco era un resfriado en comparación.
14:06 Por mi cabeza se pasa abandonar a Motor Carrera a su suerte y ponerme en fuga como el Dioni. Momentos después recuerdo que yo tengo las fichas y que en el equipo hay un Guardia Civil. Decido no morir acribillado al saltarme un control de la Operación Cepo que se montaría en mi honor.
14:35 Llegada al Panceta Arena y rápida incursión en el bar a por un Aquarius cuan yonki pillando metadona en el bus del Proyecto Hombre.
No a las drogas pero del vino nadie dijo nada.
15:00 Comienza el partido y al poco nos vamos dando cuenta de que el rival, a pesar de tener a todos sus jugadores aparentemente sobrios, no fue agraciado por Dios con habilidades futbolísticas.14:55 A pesar de estar al borde de la muerte el mister confía en mi persona: salgo de titular (“soy de la partida” como dicen los modernos) en el puesto de delantero pichichi.
Esto es Triana Pura pero tranquilamente podía ser Triana Suanzes
En estas un servidor andaba deambulando por el área rival cuando Víctor da un pase claramente pasado de fuerza (el lo llama tiro ajustado al palo pero ya se sabe…a los melones propios uno los quiere como a sus hijos). Sin tiempo para reaccionar retuerzo mi cuerpo serrano y dejo el interior de mi bota perfectamente colocado para el que balón impacte en él y, trazando una carambola de billar francés, acabe en las redes enemigas. Primera obra de arte.
La línea temporal de los minutos siguientes la tengo un poco difusa pero, en resumen, la cosa fue así: dos goles mas para ampliar la renta salidos de las botas de Chechu con la caña de pescar en el punto de penalti y Rubén de tiro lejano. En este punto el mister toma la desastrosa decisión de sustituirme perdiendo el equipo la referencia arriba (una referencia perfecta dado que no me movía mas de 5 pasos en ninguna dirección). Las hordas motorcarreristicas se desordenan y en estas llega un chicharro trianero por la escuadra y otro gol en fallo de la defensa (esto lo dice Chocho así que sospechad).
Al borde del descanso un servidor salta de nuevo al campo con la misión de marcar un gol psicológico de esos: balón largo al mas puro rustic style, el portero no la coge y yo que pasaba por allí la doy con al tibia y la mando al larguero (esto parece fácil pero dada la escasa distancia a la línea de gol tiene un merito enorme). La pelota, tozuda ella, vuelve hacia mi persona con el portero como espectador (pasivo) privilegiado: no me pongo nervioso y con un movimiento de rodillas que ni Lina Morgan consigo ser golpeado por la pelota que a continuación entra rodando mansamente en la portería. Segunda obra de arte.
En la segunda parte le cedí el protagonismo a Charlie que aprovechó la apoplejía del portero rival para, en una sutil pataplina, cerrar la manita y estrenarse como goleador este año.
Ya en los minutos finales un jugador de Triana recordó que si que sabia jugar al futbol y se meo a medio Motor Carrera (ojiplatico ante tamaña resurrección) finalizando la jugada, no sin algo de suerte, en el 3 – 5 definitivo.
17:30 Ya en casa, tras este esforzado paréntesis, retomo el resacón en Algete donde la deje unas horas antes.
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