¡Noticia! En enero hace frío. Algo tan inusual hace que se abran informativos con ello, que tenga una posición destacada en los diarios y que se paren a transeúntes en los pasos de peatones para que corroboren, pertrechados con guantes, bufandas y todo lo que sea para que se haga cierto el “ríase la gente” del refrán, que sí; que hace un frío del carajo. Y Madrid no fue menos, así que allí aparecimos preparados para una batalla futbolística contra el general invierno, ese que derrotó a Napoleón en Rusia y que, guardando las distancias, a más de un componente de Motor Carrera también le acongojó e hizo que Chechu apareciese, siempre tan modelo él, con cuello vuelto.
Y dio comienzo el undécimo partido de Motor Carrera en esta liga que lideramos sin mano de hierro y con las carencias del que se ve líder siendo unos inexpertos en esas lides. No dominábamos el juego, pero tampoco parecía que Piovera fuese a armar alguna; y esta sensación duró…1 minuto. Lo que tardó Piovera en cruzar un balón que Chocho salvó con los pies y meternos el susto en el cuerpo recordando el partido de la primera vuelta en el que, también por falta de tensión, Piovera se adelantó en el marcador. Sin embargo, han cambiado las cosas camaradas, y conseguimos poco a poco hacernos con el balón y jugar más por las bandas que otras veces, algo que trajo consigo un par de tiros del abajofirmante, una internada de Luis sin final feliz y alguna ocasión de Víctor. Hasta que salió el quejicoso de Álvaro, el de las costillas maltrechas para jugar con Motor Carrera pero no con los matados de Químicas o lo que sea que hace, que con un churro tiro consiguió lo que no habíamos logrado, ponernos por delante. 1-0 y una sensación de que en alguna pared de esas que montaron de repente nos podían hacer daño. Y esa sensación de “uy, nos van a marcar gol” creció hasta el infinito cuando Fernandito derribó a un rival delante de Chocho y pitaron penalti; algo raro que si se pita un penalti de un jugador sólo contra el portero no se expulse al defensa, pero eso que nos llevamos. Se las prometían felices los pioveranos, desconocedores de que el Zamora de la Liga no iba a permitir ninguna ofensa hacia su persona y su portería, con un penalti a su favor y nuestro equipo desestructurado por el marrón que se nos venía. Así apareció nuestro arquero comunista para despejar el lanzamiento tirándose a su derecha, lado malo del hombre que aunque haya perdido su braga naranja de la suerte no parece haber sido abandonado por la fortuna. Le faltó mover el dedo de izquierda a derecha, con una mueca que dijese “no, no, no; ¡no pasarán!” grito de guerra que Chocho tiene en un pedestal.
Durante la segunda mitad el partido no tuvo demasiada historia, aunque sí subieron dos goles a nuestro marcador. Piovera no creó peligro, salvo en una ocasión que terminó en el larguero y que ahora mismo, ni nunca, sabré cómo llegó hasta ahí. Con esas, no podíamos sino esperar y controlar…o al menos intentarlo. Cosa que hizo Álvaro para encarar a un rival y tras irse a su izquierda, malamente, tener la fortuna de encontrarse a Luis de frente que con su diestra le pegó fuerte pegado al palo derecho del portero que nada pudo hacer mas que contemplar como Luis igualaba su registro anotador del año pasado. Y pasaban los minutos, se sucedían las jugadas y nada hacía prever que Piovera fuese a ser peligroso. Y tras algunas jugadas de ataque, con claros fallos como el de Luisillo, Mesut que decidió dejar pasar el balón en vez de rematarlo a placer, llegó el tercer y definitivo tanto de Motor Carrera obra de Fernandito tras disparo raso desde la frontal del área. Sin tiempo para muchas cosas más, a excepción de alguna carrerita de Luis y mía por la banda y de un disparo de Álvaro que se fue por poco tras Luis correrse la banda cual gacela thomson (y ver su esfuerzo recompensado al igual que lo ve esa misma gacela cuando le agarra el león), terminó el segundo encuentro de la segunda vuelta. Victoria que nos permite seguir líderes, aunque podemos ir espabilando para los partidos buenos, que nos creemos la repanocha y no somos más que cuando éramos quintos, terceros y otras posiciones. Además y por falta de acuerdo con las televisiones, no sabemos a qué diferencia respecto a los segundos estamos ya que no vimos otros partidos.
Cosillas para el mentidero:
- Segunda ausencia consecutiva de Marco, al que desde aquí emplazamos para que no bata el récord de ausencias que, no las contamos, pero posiblemente tenga Toni. Susodicho hombre hoy suma otra muesca en su casillero de faltas, pediremos justificación como en el colegio. Que se lo pida a AENA que seguro que los expiden en un santiamén.
- Tras el espejismo de la semana pasada, las gradas imaginarias de Motor Carrera volvieron a estar vacías. La habitual aficionada, Rocío Albarrán, prefirió estudiar (o eso dice) a ver un gran partido de sus abigarradas personitas de rojo a las que tanto estima.
- Novedades anotadoras, ya que nuestro pichichi volvió a hacer diana (esta vez con algo de suerte) y hace que llegue a las dos cifras, diez golitos para él. Además de eso, y como ya se adelantó en la crónica, Luis anota su tercer tanto; igualando su marca de la temporada 2009 – 2010 (¡Bravo Luis!). Otro que entra en la tabla es Fernandito. Dicen que con las mujeres quien la sigue la consigue (falacia), pero la realidad es que es con el gol. Porrocientos disparos tenían que dar como resultado, tarde o temprano (y fue más bien tarde), el ansiado premio del gol. Y fue hoy, con sus botas galácticas nuevas (con lo sobrio que es Adidas, como mis botas negras, no sé cómo se ponen a imitar a los horteras de Nike la verdad) cuando lo logró tras un par de disparos anteriores. Así, Fernandito también iguala su marca del año pasado y ya dejará lo de atacar a los mayores; y hablo de Álvaro, Vïctor y Toni que yo este año ni a un arco iris.
- En lo referente a esa panza pegada a un hombre que juega de portero con nosotros poco que decir y de inicio, un aplauso. Detuvo el tiro en el minuto 1 que nos podía haber creado ansiedad, paró el penalti como sólo él sabe, y supo coger el balón después de que pegase en el larguero (¡qué tío!). Además, consigue volver a su media de gol por partido, a ver si en el próximo encuentro, en el otro campo grande, vuelve a quedar a cero contra Me da igual y bajamos la media. Y todo ello, sin su braga naranja de la suerte. Ya puedes ir encontrándola para los partidos serios o comprándote otra.
- Piovera resultó un rival que nos creó problemas al inicio, aunque conseguimos que no marcasen y que en la segunda parte no creasen demasiadas ocasiones. Voy a ser Mourinho y decir que si, que como molamos porque no nos marcaron ningún gol ni dieron demasiado peligro; pero las dos o tres que tuvieron, Tolima, Los Ángeles, TT120 y Mambo las meten, por suerte estos no son nada de eso. Así que chicos, a ver si espabilamos.
- Árbitro español, novedad. Malo; en esto sin novedad en el frente. No vio manos (de unos como de otros, una mía previa al tercer gol), concedió leyes de la ventaja como le salió del cimbel y, en fin, sacaba de quicio por esos pequeños detalles que si bien no desequilibran un partido sí hacen que te preguntes qué narices piensan los hombres del pito.
- Tercer tiempo viendo al Real Madrid ganar con gol de Benzemá (estamos de novedades hoy) y viendo como fallaba lo que no está escrito (al final, todo queda en su sitio). Aunque fue menos concurrido de lo habitual, las conversaciones terciaron de lo de siempre y no faltó dinero.
Con esto doy por cerrada esta crónica. En comentarios pueden añadir lo que quieran.
Luisillo, más moreno de lo normal, tras pegarle la patada al aire modelo karateka. Un “gooool…uyy!!!” en toda regla el de hoy.