La derrota golpea dos veces

Pues eso, segunda derrota del año para Motor Carrera contra un buen TT120 que si bien imagino que no harían el partido de su vida tampoco supimos hacerlo nosotros y en estas nos vemos, desplazados de la primera posición de la Liga (que tan bonico quedaba) para quedarnos a un punto del líder ya que Los Ángeles ganaron por 7-2 a Hispania, ese equipo que nos ha quitado 5 puntos de 6.

El encuentro comenzó con un poco -no demasiado- de toque por parte de Motor Carrera que no se tradujo en jugadas claras hasta que la primera que tuvimos la conseguimos enchufar. Balón en tres cuartos de campo de Luis que ve el desmarque de un servidor que sólo ante el portero consigue cruzar y marcar. Nos las prometíamos felices pero TT120 empató en poco tiempo con un disparo al borde del área que Álvaro tenía fichado pero que el desvío a última hora de Fernandito hizo que fuese imposible corregir a tiempo la posición y gol, fatalidades del destino o el karma o como cojones le queráis llamar. 1-1 en el luminoso inexistente y de nuevo a empezar, aunque peor. ¿Y qué significa peor? No se preocupen vuesas mercedes que aquí un servidor está a puntito de explicarlo: el pánico por un empate en el minuto 15 de partido (algo muy lógico…) se apoderó de nosotros y decidimos comenzar a perder gradualmente eso que nos ha llevado a ser primeros (no nos engañemos, no es que seamos Cristianos ni Messis): las posiciones sobre el campo -el non plus ultra de esto se vería en la segunda parte con un servidor defendiendo cuando actuaba de delantero-. Y el mejor ejemplo (y si fuésemos algo listos motivos para corregir, porque a los perros cuando les pegas dos veces por mearse en casa lo dejan de hacer) fue el segundo gol de TT120. Fernandito intenta anticipar un balón nada claro lejos -lejísimos- de su posición; no lo logra y queda un hombre sólo contra Álvaro que ajusta el balón al palo y hace que suba el segundo tanto a la cuenta de los terceros de la Liga. Pedro, de no estar en Argentina hablando su castellano de Castilla que tanto encandila a las envras de allá, le habría cortado los cojones ahí mismo, pero tuvimos que conformarnos con una ‘pequeña’ bronca de Víctor. Aún así logramos empatar el partido, pero el árbitro decidió invalidar el tanto por “obstrucción al portero” que sólo vio él. No contento con eso no pitó un claro penalti al menda, rodilla jodida para comprobarlo.

Y la segunda parte fue la guerra. Y si no lo fue al menos lo parecía porque no dejaban de caer balones del cielo -no sé por qué empezamos desde el minuto uno ansiosos por marcar- y a gritar y a precipitarnos y a intentar (esta por Charlie aunque fijo que alguno más lo hizo, incluyéndome) irnos de doscientos bajando la cabeza y no mirando. Ellos bajaron muy considerablemente el nivel y de haber jugado con un poquito de cabeza creo que les podríamos haber hecho mucho daño, y aún así lo hicimos, porque si el gol no llegó fue, simplemente, porque el karma me tiene manía y, por extensión, a todos los jugadores de las hordas rojas. Yo estuve a punto de robarle al portero una clara ocasión que terminó fuera; pero desde luego la jugada que más explica cómo fue el partido es la que sigue: Un servidor tiene el balón controlado en la esquina derecha del área, la pide Víctor que entra en carrera, se la dejo para que la reviente; cosa que hace -lógico, es Víctor- pero choca contra un defensa, queda el balón suelto y lo gana Marco que vuelve a disparar y el portero rechaza, cayéndole el balón, de nuevo, a un jugador de Motor Carrera; esta vez Luis cuyo disparo da a un rival y acaba en el larguero rebotando fuera y cayéndole a su portero. Un cúmulo de mierda pero que no fue el último “gooool, ¡¡uy!!” que cantaríamos ya que en un “pase-chut” que se paseó por la línea de gol parecía que lo cazaría Víctor lanzándose en planta pero…nones. Medio centímetro faltó; de allí en adelante intentonas sin mucha relevancia desembocarían en el final del partido que, miremos lo positivo que para eso somos 13 idiotas jugando los domingos para…(no estudiar, no acordarse de su vida de parado, fanfarronear con chicas, perder de vista a sus padres, tomar cervezas después; pongan la que quieran), nos sigue dejando el mini-sabor dulce de que seguimos dependiendo de nosotros mismos ya que Los Ángeles nos habrán adelantado, pero están a un punto y todavía nos queda jugar contra ellos. Y esperemos, por nuestro bien, que las modorras no sean para siempre.

Los apuntes de Méndez (hoy más míos que nunca):

• Por cambiar el orden, hoy estoy original, comenzaré con el público. Femenino en su totalidad, cosa que se agradece, aunque fuesen dos y no hubiese para todos. A la habitual Rocío se sumó Almudena, amiga de ésta y “amiga” de Charlie -espero que entiendan y no tenga que explicarlo más-. Si bien su puntualidad fue exquisita no lo fue tanto su aureola, ya que es el primer partido que viene y vamos y perdemos. Yo no es por creer en meigas y demás, pero todos sabéis lo que estoy pensando…
• Quisiera hablar también de las descomposiciones y las locuras transitorias (todos menos uno) y permanentes (el uno, tu sabes quien eres calvo con puntos) de nuestro equipo: no sé por qué nos ponemos nerviosos por no ir ganando un partido y queremos hacerlo todo de ahora para hace diez minutos. Hoy, por ejemplo, hemos tenido toda una parte y la mitad de la primera para recuperar un marcador adverso. Pero nos ha entrado un agobio similar al que le entraría a Chechu en los últimos días de rebajas, a Charlie si le prohibiesen el tabaco o a Luis si el tráfico aéreo fuese suspendido de por vida. Somos unos malacostumbrados porque 1) nos acostumbramos a ganar jugando “algo” mal y 2) porque nos vemos por detrás y parece que se acaba el mundo. Mi mamá decía, sin contar lo de los bombones, eso de “vísteme despacio que llevo prisa”, y aunque no soy amigo de refranes tenía toda la razón mi santa madre.
• Lo referente a los goleadores está hoy bastante escaso ya que confiamos todo al abajofirmante que este año no se prodiga mucho de cara a portería. Y con esas pues marqué un gol y ya, lo que me coloca quinto en la lista de clasificación desempatando con Luisillo que andábamos los dos con un par de goles.
• Volvemos, en la portería, a la media de gol por partido que tanto le costó bajar a Chocho y que ahora está provocando que se acuerde de todos nuestros antecedentes -y descendencia futura en previsión de futuras cagadas- desde la tierra de moros que es el sur de Francia. Sin embargo, y para que se quede algo más tranquilo, diré que ninguno de los dos goles fueron cantadas de Álvaro. El primero lo desvió Fernandito sin tiempo para reaccionar y el segundo fue un mano a mano, de los que Chocho es especialista sí; pero que a otro portero no le podemos pedir milagros. Sin embargo no es tanto tener a Álvaro como portero como perder al delantero que las baja del cielo (no como yo, mi metro y medio mal medido no lo permite) y, sobre todo, la confianza que nos da Chocho bajo la portería que, lo diré y no se me caen los anillos es el mejor y más importante del equipo MUY por delante del Deseado, del capitán, del pichichi o de cualquier otro.
• Toca hablar del rival. Sabían mover el balón pero creo, como dije en la crónica, que no fue el partido de su vida y que aun con todo nuestro equipo volcado en el ataque durante la segunda mitad no llegaron con claridad a la portería de Álvaro más allá de los dos goles que nos cascaron. Entrando en lo personal, es un poco triste comenzar a perder tiempo antes del final de la primera parte, y ya no el hecho de no ir a por los balones cosa -que yo tampoco haría, faltaba más- sino el caracolear con el balón cuando sacábamos de falta nosotros, no devolverlo y hacer el mendrugo en nuestros saques de bandas (algo que hizo que se ganase un rival el “vete a tomar por culo” que le espeté y que resultó que se tomó a mal…lástima que no conozco que mi verso es más proclive con un teclado delante). Aún así y quitando esos dos o tres jugadores enamorados de la estrategia fullera de la grada del Sadar (paso de llamarle Reino de Navarra) eran unos chavales de los que no provocan que te cambies de acera si te los encuentras por la calle.
• Del árbitro voy a correr un tupido velo porque creo que es, de largo, el peor árbitro masculino de la Liga y entra en pugna directa con la mujer colegiada (que casi se rompe al rematar un balón nuestro antes del comienzo de los partidos). Nos anuló el empate a dos por impedir ver al portero, algo que creo que sigue sin ser falta ni aquí ni en Lima; aunque como su portero se quejó lo pitó. Algo que fue constante, ya que los “¡ay” y “¡eh!” rivales eran contestados por el árbitro con falta a su favor aunque no hubiese visto nada o que, directamente, no existiese falta alguna. Algo que no funcionaba con nosotros ya que además del gol decidió no dar penalti en un empujón a un servidor cuando se disponía, tras regatear al último defensa, a intentar marcar gol. Dijo, en su defensa, “que si no lo ve muy claro…”. Parece ser, y no lo sabíamos, que con tenerlo claro no vale y que les graban los partidos y los sacan en El Día Después para criticar su labor. En fin, hoy, sinceramente y aunque no excuse nuestra falta de puntería, lamentable.
• El tercer tiempo fue en el chiringuito, por fin abierto. Un buen bocadillo y una cerveza (o coca-cola) hacen que la derrota entre mejor.
• Y ya llegamos al punto en el que más crítico voy a ser hoy y que he dejado para el final faltando a la rutina de las crónicas: el de las ausencias del partido. Primero dar la enhorabuena a todos porque nadie se equivocó de campos y supimos llegar, por fin, a los campos del Sporting de Hortaleza. El caso, a las sabidas bajas de Pedro (argentineando) y de Chocho (gabacheando) se sumó la de…¿adivina? ¡¡¡Toni!!!. Y yo no es por malmeter, o a lo mejor sí, y aunque Toni me cae bien fuera de los campos de juego no puedo dejar de comentar que no me parece ni medio normal que un hombre por el que alguien apostó y “dio fe” o le avaló o como lo queráis decir falte al 54% de los partidos que hemos disputado (ha faltado 7 de 13 encuentros). Hay muchas lecturas a esto, unos dirán que si sólo viene al 46% de los partidos y es el segundo máximo goleador deja a las claras que es bueno. Dato este, el de que es mejor que nosotros, que no discuto pero que no sirve de nada si, como dije, no se toma MC como algo importante para los domingos y sí como algo que hacer si no juega el Madrid en el Bernabéu o si no hay que cogérsela con papel de fumar por la tarde. Prefiero a alguien peor pero que aparezca día sí y día también y que tenga compromiso con este equipo. Ejemplo: Chocho tampoco nos conocía, sólo era amigo de Víctor, y creo que es de los que se toma el equipo más en serio (además de ser un lector habitual de estas páginas, cosa que le agradezco al puto rojo de mierda). Repito que Toni me cae bien pero me toca la moral que nosotros nos lo curremos, que si este Jran vloj (que nadie me corrija que está puesto así con intención), que si emails, que si hablar de los partidos medio en serio o no…O todos putas o todos señores, y mejor todos señores. Sus 50€ vienen de lujo para la cena de Navidad, y sus 7 goles seguramente nos valdrán, en parte, para estar arriba pero ya es cuestión de principios, ¿barco sin honra u honra sin barco? Contesten de corazón pero yo soy de los segundos.

Con esto doy por concluido la crónica de la segunda derrota de la temporada. Llevo desde este vloj (y llevamos algunos de viva voz) advirtiendo de que nos estamos confiando y jugando bastante mal -y eso que hoy no me parece que perdiésemos por jugar extremadamente mal-. Espero que tengamos tiempo para espabilar y jugar los tres partidos importantes seguidos que tenemos (Tolima, Los Ángeles y Mambo) como lo que siempre hemos sido: una panda de tarugos que quiere pasárselo bien, jugando como UN EQUIPO de amigos y no buscando quedar guay cada uno por su lado porque, os lo digo por si no os habéis dado cuenta, no hay ojeadores internacionales detrás de las redes de las porterías. He dicho.

 

Ya que no encontraba ninguna imagen con las que apoyar mis palabras, y visto que el partido fue lamentable, al menos irnos a casa con buena sesión de honor y bigotón