1898: En el contexto de la guerra contra EE.UU. cincuenta soldados españoles son sitiados por revolucionarios locales en la iglesia del pueblo filipino de Baler. El enemigo los multiplicaba en número, sus hogares estaban al otro lado del mundo y nadie se acordaba de ellos. Y si es bien cierto que en este país carecemos de muchas cosas (de casi todas las importantes de hecho) de cojones vamos sobrados así que nuestros amigos de Baler decidieron resistir y vaya que si resistieron: se hicieron fuertes en la iglesia causando 700 bajas a los atacantes filipinos y allí se mantuvieron firmes durante 337 días hasta su rendición el 2 de Junio de 1899 (siete meses después del fin oficial de la guerra). Dejaron ese pueblo derrotados pero con el el honor intacto y la satisfacción de haber hecho todo lo que estaba en su mano: eran héroes españoles, eran los últimos de Filipinas.
2014: En el contexto de los XXXIV Juegos Deportivos Municipales 7 jugadores de Motor Carrera se disponen a saltar a los Luis Aragonés para enfrentarse a las hordas de Los Navalucillos. El rival venia numeroso mientras que nosotros éramos los justos (alguno sin estar muy católico) para formar un equipo. Pero Motor Carrera siempre planta batalla y con mucho esfuerzo y sacrificio conseguimos mantenernos en el partido durante 45 minutos intentando esquivar la ineludible derrota. Perdimos el partido pero, al igual que los sitiados en Baler, nos fuimos (en nuestro caso a tomar cervezas) con la cabeza muy alta.
Horas antes del encuentro la alineación de Motor Carrera se filtraba a la prensa desvelándose que el equipo estaba en cuadro y las innovaciones tácticas del míster para esta jornada.
Momento cumbre del periodismo deportivo patrio.
Dosificando esfuerzos, inteligentes en las ayudas y turnándonos para atacar y defender unos y otros el equipo mantuvo el empate a cero durante casi toda la primera parte. Sin embargo en uno de nuestros escasos desajustes defensivos un delantero rival robó el balón a Rubén quedándose solo frente al camarada portero, driblando a este y marcando a pesar de que el que escribe esta crónica estuvo a punto de evitar en gol en la misma línea de gol. 1-0. Tener solo un gol de desventaja nos permitía mantener la esperanza de sacar algún punto así que seguimos con nuestro juego de resistencia y así llegamos al descanso.
La segunda parte siguió por los mismos derroteros teniendo incluso alguna oportunidad clara de gol desbaratada por el portero rival. Con las fuerzas llegando al limite afrontamos los últimos cinco minutos de partido yéndonos arriba a la desesperada ya que no había nada que perder y ocurrió lo previsible: Los Navalucillos aprovecharon dos contras en las que se quedaron prácticamente solos ante Chocho. Resultado final 3-0.
Notas de sociedad:
- Como ya se ha comentado mas arriba infinidad de bajas esta semana: Víctor que sigue lesionado, Marco con sus deberes familiares, los hermanos Méndez en la nieve, Charlie de confirmación en enero y Fernando NS/NC. Buscamos jugadores en el filial (Jesús y Sebas) pero tampoco estaban disponibles así que nos plantamos en el campo los últimos de Motor Carrera: Chocho en la porteria, Luisillo aun sin estabilidad estomacal y Rubén en defensa, Chechu Hijo en el centro, Álvaro a.k.a. “el-único-que-juega-a-algo” y el que escribe en las bandas y Pedro en punta.
- A pesar del sol y la buena temperatura la afición una vez mas decidió no desplazarse con el equipo. Premio Pipa de Oro para la afición motorcarreristica.
- Segundo partido consecutivo sin anotar ningún gol…situación sin precedentes en la laureada historia de este nuestro equipo que esperemos que cambie en las próximas jornadas o habrá que plantearse fichar a algún delantero aun mas negro que el actual.
- Reencuentro después de unas cuantas jornadas con la señora colegiada del altiplano boliviano: llegó 10 minutos tarde sin avisar y durante un partido dio el recital habitual.
Sin mas despido esta crónica con la esperanza del que en partidos venideros acudamos mas de 7 a las convocatorias y reconociendo el esfuerzo de los que ayer estuvieron sobre el campo dejándose los higadillos.
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