Salió el sol para Motor Carrera. Una paliza legen…daría de las que este nuestro equipo no suele ser muy aficionado antes de ‘visitar’ al líder invicto de la Liga.
Se confirma la teoría de que en los campos grandes somos un equipo difícil de batir, así como que en los pequeños somos más malos que Zapatero hablando de economía. Comenzó el duelo con posesión y toque para Motor Carrera, mientras Real Cemen no lograba hilar jugadas y tenía que dedicarse al arte ancestral del patapúm-parriba. El partido estaba controlado y en una internada por banda derecha Chechu envió un centro pasado que recogió Rubén al otro lado del campo, metió un balón raso al área para Diego, conexión benemérita que acabó en el primer gol del partido.
Con los tiros rivales que más parecían pases a las manos de Chocho y un control extraño en nosotros seguimos ganando terreno y en una presión a su defensa robamos el balón. Pase de la muerte que, de nuevo Diego, mandaría al fondo de la portería.
Un partido sin más historia en el que, como los eclipses (que pasan pocas veces), tocábamos atrás si veíamos complicado avanzar. Otra jugada por la derecha dio lugar al tercer gol, gran tanto, de Rubén: sombrero al defensor para meter la puntera a bote pronto y pegar el balón en el palo izquierdo del guardameta rival. Pero no acabaría aquí la exhibición del Instituto Armado ya que una falta puesta ‘a la olla’ por nuestro defensa colchonero entró sin que aparentemente nadie la tocase (ver apuntes en sucio para este tema).
Cuatro goles como cuatro solazos en la primera mitad que sólo tuvo un susto para nuestra portería, cuando un golpeo en semi fallo (o fallo entero) del número 8 de los Cemen hizo carambola en los palos sin llegar a entrar. 4-0 al descanso. No había mayor homenaje al último día de Pedro Jota como mi director que una buena paliza y que paguen otros el pato. Seguimos en la reanudación con el cuchillo entre los dientes y siguió aumentando la renta con quejas de ciertos jugadores por no pasarle la pelota para meter su golito (si es que no lo había metido ya).
Cuando el 8-0 ya brillaba en el marcador figurado de los campos del difunto Luis Aragonés volvió el altruista Rubén al campo. Como el cuerpo donde trabaja se rige por el servicio al prójimo decidió que era demasiado castigo para el rival tener un rosco y regaló dos balones casi consecutivos para que acortasen distancias, no sin cierta poca esperanza de alcanzarnos.
Pero como otros no seguimos tanto el Evangelio de ayudar al prójimo, el que escribe estas líneas recibió un pelotazo sin escrúpulos de Luisillo desde la defensa que con más poco arte que un tío con parkinson dibujando logró marcar el noveno y último gol del partido.
Apuntes en sucio:
- Las bajas de esta semana corrieron a cargo de Fernandito, de expedición buscando el clima tropical en Canarias tras acabar exámenes, Marco en su trabajo inasequible al desaliento de lograr el premio de padrazo del año, Pedro, de negocios bancarios en Suiza y nuestro enfermo predilecto: Víctor, que a este paso va a estar más de baja que Varane.
- Con un día soleado como fue el de ayer no se dignó a comparecer en las gradas ninguno de los centenares de fans que atesora Motor Carrera. Los precedentes se han convertido en costumbre y es algo que, desde la dirección, no se contempla bien.
- En el apartado goleador grandes novedades. Después del póker de goles de Diego logra auparse a la segunda posición del Pichichi, puesto del que nunca debió salir como delantero. Álvaro, con su gol de churrifalta suma uno más y sigue en cabeza; Luis, por fin, logró marcar de nuevo y ya atesora dos dianas y un servidor anotó el último, lo que le coloca tercero del podio anotador con 5 muescas.
- Tema a tratar es el de los dos goles de Rubén o, como dirá alguno, el gol de Rubén y el de Charlie. El ‘14’ porrero afirma, y así lo exteriorizó para que no quedase duda, que toca el balón en la falta lanzada por Rubén. Su “¡GOL! ¡VAMOS!” y brazos en alto tras entrar el balón tenía el claro propósito de que nadie dudase de su autoría, pero el día era el mejor para homenajear a Luis Aragonés y su pelo de una gamba. Si realmente logra rozar el balón, sería por esa diferencia, y aunque Rubén mandó una nota de voz aceptando la autoría de Charlie para que no llorase y otros aceptaron también este hecho bajo la teoría de que “así no pedirá tirar el próximo penalti” abrimos una encuesta para que se vote. Porque somos totalitarios, pero en gilipolleces nos gusta aparentar que somos grandes amigos de la fiesta de la democracia.
- El colegiado era un chico español con más cara de no haber salido de una biblioteca en años para estudiar magisterio que de tío con criterio, arbitró de una forma tendenciosa hacia nuestro equipo, lo cual no fue óbice para nuestra victoria final. De hecho, al finalizar el encuentro fuimos testigos de cómo se saludaba por el nombre con el portero rival…aten cabos.
- Tercer tiempo en la antológica Cervecería Burgos. Chechu se rajó de invitar después de haber apostado que la Semana Santa no tenía nada que ver con la Luna, pero a cambio fuimos agasajados con una cerveza de regalo invitación de la casa para los cuatro que quedamos hasta el final.
Sin más se cierra esta crónica, la primera como jugadores de unos campos con nombre de un fallecido al que en todos los campos vi guardar un minuto de silencio pero que nuestro trencilla debería ser Clementista y se negó.
Escrito por: Xaime Méndez Baudot
curro de tarde este domingo
ResponderEliminar